Notas del día

Mayor democracia menos discriminación: Olivia Gall

Es interesante que de los artículos de nuestra Constitución Política, el 1º, el 2º y el 4º, estén dedicados, de una u otra forma, al tema de las garantías constitucionales en contra de la discriminación. El derecho a la no discriminación debería ser el derecho número uno en el mundo entero, ya que la gente, sin importar su raza, condición, género, clase social, preferencia sexual, situación de salud color de piel tuviera el derecho a no ser discriminada, entonces cualquiera de los otros derechos humanos estaría consagrado, dijo la Dra. Olivia Gall, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) e Investigadora Titular del centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM.
 
A la Doctora en Ciencia Política por el Institut d’Études Politiques, Francia, le pareció importante hacer una comparación general de la Encuesta Nacional sobre la Discriminación en México 2010 (ENADIS 2010, realizada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) y el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM) con su antecesora, aquella que, con los mismos propósitos, fue desarrollada en 2005 por el CONAPRED y la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno Federal.
 
“Es importante que los países revisen cómo están sus índices de discriminación y cuáles son las poblaciones más afectadas por esta causa, porque está demostrado que entre menos discriminación haya en un país, mayores son sus índices de democracia”, precisó.
 
ALGUNAS DIFERENCIAS ENTRE LAS DOS ENCUESTAS
La ENADIS 2010 abarcó una muestra mayor a la de 2005. En ese año fueron 5 mil 612 encuestados, de los cuales mil 428 fueron globales y el resto fueron grupos de personas de los distintos círculos discriminados; en el 2010 se visitaron 13 mil 751 hogares, que arrojaron información referente a 52 mil 95 personas.
 
Además, los hogares fueron seleccionados, en la ENADIS 2010, en 32 entidades federativas, en las que se compararon 11 regiones geográficas, 10 zonas metropolitanas de mayor población, cuatro tipos de localidades -que no son zonas metropolitanas de mayor población – y 4 zonas fronterizas, esto es importante porque no había acceso de información a este tipo de datos comparativos por región del país, detalló.
 
La ENADIS 2010 incluyó a un grupo discriminado no considerado en la encuesta del 2005, las personas con VIH, y cambió término de grupos indígenas por el de grupos étnicos, que en estricto sentido abarcaría un mayor número de grupos que aquellos considerados originarios.
 
LOS TIPOS DE DISCRIMINACIÓN EN EL MUNDO
La investigadora comentó que, en general, la forma de discriminación que, en el mundo entero, afecta a un mayor número de personas es aquella de género puesto que toca los derechos de más de la mitad de la humanidad.
 
A ésta, destacó, le sigue en general la discriminación socioeconómica o de clase, que vulnera a un porcentaje muy considerable de la población, en un mundo en el que todavía el número de personas que viven bajo la línea de la pobreza es muy amplio.
 
En tercer lugar, continuó, podemos colocar a la discriminación étnica (por motivos culturales) y racial (basada en argumentos que naturalizan biológicamente las diferencias entre los grupos humanos). Después de estas tres encontramos aquellas formas de discriminación que van en contra de poblaciones de los niños y niñas y, finalmente las que afectan a grupos más minoritarios: los homosexuales y las lesbianas, las personas con discapacidad, los adultos mayores (aproximadamente 10% de la población en cada caso) y las personas que viven con VIH-SIDA.
 
Vayamos entonces en ese orden en el caso de un análisis inicial de los datos generales arrojados por la ENADIS, que son aquellos que por el momento han sido publicados.
 
GÉNERO
“En la ENADIS 2010 aparece que el problema que más afecta a las mujeres es el de la falta de empleo; esto tanto de acuerdo a los hombres encuestados como a las propias mujeres encuestadas.
 
Sobre este tópico, la científica social manifestó que es interesante ver cómo, mientras que en la encuesta de 2005, 62% de las mujeres reportan que uno de sus grandes problemas es ser víctimas de violencia, en la ENADIS 2010, entre 1.6% y 4.2% de las mujeres mexicanas reportan como uno de sus problemas graves el abuso, el acoso, el maltrato y la violencia,  y entre 3.5% y 32.3% de ellas reporta como otro de esos problemas la delincuencia y la inseguridad. Sin embargo, entre 3,8% y 20.6% de ellas reporta como su problema más grave la falta de empleo.
 
Incluso en Ciudad Juárez, de acuerdo a la ENADIS 2010, sólo 1.4% de las mujeres dicen que sienten víctimas de acoso, maltrato y violencia, mientras que muchas más (44.8%) se sienten mucho más víctimas o amenazadas por la delincuencia –la lucha contra el narcotráfico- que con la violencia de género”.
 
“Son datos importantes, expresó Gall, porque las encuestas que se han hecho a nivel mundial, por parte de la ONU por ejemplo, manifiestan que un enorme porcentaje de mujeres se sienten sobre todo amenazadas por la violencia y que 60% de ellas -a nivel internacional- consideran que el lugar donde, en situaciones de paz y no de guerra, se sienten más amenazadas en este sentido es su propia casa. Esto es más acorde con lo reportado por la encuesta del 2005 en México que por la ENADIS 2010.
 
Y ello, según la investigadora del CEIICH, puede querer decir que la razón de que las mujeres no destaquen la evidente violencia latente o real en contra de ellas, por encima de sus problemas frente al empleo y frente al problema general de la delincuencia, es que la difícil situación económica, por una parte, y, por la otra, el crimen organizado y la guerra del gobierno en contra de él las ponen en una situación aún más vulnerable que aquella en la que las colocan la violencia intrafamiliar, sexual o en las calles.  
 
En otro tema, en México 3 de cada 10 mujeres avisan o piden permiso para decidir por quién votar, como si no tuvieran derechos por sí mismas de elegir a sus gobernantes “como si se sintieran menores de edad en cuanto al ejercicio de sus derechos electorales o políticos”. Por otra parte, 4 de cada 10 mujeres piden permiso o avisan, en nuestro país, para usar anticonceptivos.
 
“Eso es de hacerse notar, ya que 40% de las mexicanas todavía considera que las decisiones que toma con respecto a su propio cuerpo y a su salud sexual no le corresponden a ella sola. Sabemos que las decisiones de tipo reproductivo de una mujer pueden perfectamente tomarse en pareja, por lo que no es de extrañarse que una mujer le avise a su compañero que está o no tomando los anticonceptivos; pero tomarlos debería ser, antes que ese momento llegue, una decisión autónoma de las mujeres, destinada a la protección de su salud sexual y reproductiva.
 
LA DISCRIMINACIÓN DE CLASE
La mayoría de los mexicanos y mexicanas (59.5%) piensan que lo que más nos separa, como ciudadanos de este país, son las diferencias en cuanto al nivel de ingreso. Es lo único que por el momento nos comunican los datos generales de la ENADIS que han sido publicados.
 
GRUPOS ÉTNICOS
La ENADIS del 2010 manifiesta que “se entiende por discriminación  racial toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje, origen nacional o étnico, que tenga como objeto o como resultado anular o disminuir el reconocimiento de goce o ejercicio en condiciones de igualdad de derechos humanos”.
 
En este sentido, de acuerdo a quienes diseñaron esta encuesta, no hay una diferencia entre discriminación étnica y discriminación racial, cosa que sería discutible: en términos analíticos sí existe una diferencia entre ambas, aunque en la realidad muchas veces están entrelazadas, pero otras veces no necesariamente.
 
Mientras que la encuesta del 2005 arroja, como información central, que 93% de los indígenas (hoy entre 11 y 13% de la población) se sienten víctimas de discriminación, la ENADIS 2010 arroja, como información central, que sólo 19.5% de los miembros de grupos étnicos minoritarios encuestados se sienten víctimas de ella.
 
Sin embargo también manifiesta que 54% de las personas de estos grupos se siente víctima de discriminación, pobreza, falta de atención del gobierno, maltrato por hablar otra lengua, falta de respeto a sus costumbres, indiferencia por parte de los demás, violación de sus derechos; cosas todas que, desde el punto de vista de la Dra. Gall, son producto de la discriminación. Esto quiere decir que los resultados de ambas encuestas no son tan distintos para estos grupos.
 
TONO DE PIEL
La ENADIS 2010 incluyó entre sus preguntas algunas sobre la discriminación ligada al tono de la piel. La mayoría de las mujeres mexicanas (54%) tienden a decir de sí mismas que tienen tonos de piel más bien claros; esto comparado con un 40% de hombres que responde lo mismo. Puede ser que esto quiera decir que a las mujeres de nuestro país -tan influidas por una publicidad francamente racista en los medios de comunicación y por los prejuicios que México aún arrastra contra “la morenura”- les cuesta más trabajo que a los hombres reconocer su verdadero color de piel, porque consideran que el tono moreno no es equivalente a la belleza.
 
Según CONAPRED, 4 de cada 10 personas opinan que a la gente se le trata de forma distinta según su tono de piel, cosa que es más ratificada por la ENADIS en poblaciones de menor nivel socioeconómico.
 
LOS HOMOSEXUALES Y LAS LESBIANAS
En México, el tema de la discriminación contra los homosexuales y las lesbianas sigue siendo el tema más serio desde el punto de vista de la discriminación. Como decía Arturo Díaz Betancourt, un muy connotado y recientemente fallecido activista por los derechos de los homosexuales y de las personas que viven con VIH/SIDA –con quien nuestra entrevistada compartió seis años (2004-2010) de membrecía en el Consejo Consultivo del CONAPRED- el tema de la discriminación contra los homosexuales es “el perro guardián del conservadurismo, del machismo, de la discriminación”, es decir, es el tema que se muestra con mayor crudeza, no sólo en México sino en muchas otras naciones.
 
Para este grupo en particular, que suma aproximadamente 11 millones de personas, las actitudes discriminatorias son de pronto extremadamente radicales. Por ejemplo, en 2005 casi la mitad de los mexicanos decía que no permitiría que viviera en su casa un homosexual, sea hombre o mujer; en 2010 casi es lo mismo: 4 de cada 10 no lo permitiría, cosa que es preocupante porque habla del alto nivel de prejuicio que existe en México hacia la homosexualidad
 
En la lectura general de la ENADIS 2010 es interesente observar que las personas se vuelven menos discriminatorias contra los homosexuales cuanto más nivel de escolaridad tienen: 4 de cada 10 personas con primaria o menos dicen que no permitirían que viviera en su casa un homosexual: con secundaria 3 de cada 10; con preparatoria 2 de 10 y con carrera universitaria 1 de cada 10.
 
Por otra parte, el que 3 de cada 10 mexicanos diga hoy que no aceptaría que en su casa viviera una persona con VIH/SIDA manifiesta, según nuestra entrevistada, el mismo prejuicio que se dirige en contra de a los homosexuales. Probablemente habla de que muchos mexicanos siguen pensando que el SIDA es un mal que aqueja básicamente a los homosexuales.
 
LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS
Tres de cada 10 mexicanos siguen considerando que los niños(as) deben tener los derechos que sus padres quieran otorgarles y no los establecidos por las leyes.  A nivel nacional esto es un índice de discriminación alto en contra de los niños.
 
“Quiere decir que los niños están sujetos a una importante población adulta que los considera como no siendo sujetos de derecho, como subordinados plenamente a sus padres y a la merced de ellos.
 
Las entidades que más manifiestan este dato son el Distrito Federal, el Estado de México, Michoacán y Jalisco, cuando en el norte del país varios estados manifiestan más que los derechos de los niños deben estar basados en la ley”, aseguró. El hecho de que el D.F esté atrasado con respecto a los estados del norte en este sentido es muy significativo y es un dato preocupante para los capitalinos,  porque supuestamente la Ciudad de México es una ciudad mucho más avanzada, más de “primer mundo”, en términos de los derechos de la población, porque supuestamente la población del D.F. ha sido educada de una manera que hace se respeten más sus derechos legales, consideró. Sin embargo esto no se traduce en nuestras opiniones sobre los derechos de los niños
 
ADULTOS MAYORES
Seis de cada 10 adultos mayores (y de acuerdo al censo de 2010 representan 9% de los 112 millones de mexicanos), en la ENADIS 2010, que su principal problema es que sus ingresos no son suficientes para cubrir sus gastos, y 4 de cada 10 de ellos y ellas expresa que uno de sus principales problemas es la dificultad para encontrar trabajo.
 
Este dato nos manifiesta un muy grave problema de discriminación, en nuestro país, en contra de los adultos mayores. Éstos deberían en todo caso manifestar si las condiciones de su pensión son dignas o no, pero el hecho de que 40% de ellos estén todavía pensando en que deben conseguir trabajo y poder, por lo tanto, competir en el mercado de trabajo con los más jóvenes, habla de un maltrato serio a esta población.
 
PERSONAS CON DISCAPACIDAD
Sobre las personas con discapacidad, la integrante de la AMC destacó que los tres problemas más fuertes que expresan ellas son el desempleo, la discriminación y el no ser autosuficientes. 4 de 10 personas con discapacidad manifiestan que familiares distintos a sus padres son la fuente de donde proviene la mayor parte de sus ingresos.
 
Pero, además, cuando se junta la discriminación de este tipo con la de género vemos, en la ENADIS 2010, cómo las mujeres con discapacidad tienen la mitad de las posibilidades que tienen los hombres con discapacidad para encontrar trabajo.
 
La Dra. Gall concluyó que las distintas autoridades deben conocer estos datos para corregir políticas públicas en beneficio de la población y las propias actitudes y prácticas de sus empleados, que son los encargados de aplicar estas políticas públicas.
 
Actualmente, 12 estados del país cuentan con una cláusula no discriminatoria en su constitución, 17 entidades cuentan con leyes para prevenir la discriminación y 13 códigos penales estatales tipifican a la discriminación como delito, cosa que debería ampliarse a más entidades. “El desafió de México es nacionalizar la agenda antidiscriminatoria y que la discriminación sea combatida en todo el país”, urgió nuestra entrevistada, en concordancia con lo planteado por el CONAPRED en la ENADIS 2010.
Publicado por Ciencia y Sociedad en 22:53
Etiquetas: amc, democracia, equidad e igualdad, Mayra Vargas

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