Notas del día

OPIZ reconoce papel de la mujer en la familia y la sociedad

Históricamente, la mujer ha desempeñado el papel fundamental en el desarrollo de la civilización, no solamente por el cuidado de los hijos y la administración de la casa, si no por la defensa activa del territorio, de los hijos, del compañero, de los padres o de los hermanos.
En 1996, cuando el ejército y las policías federales y estatales realizaron las incursiones a las comunidades indígenas de la región de los Loxichas, las mujeres indígenas protegían con sus cuerpos a los esposos, hijos, hermanos o padres; fueron las que buscaron en cuarteles u hospitales a los desaparecidos, curaron las heridas de los torturados y enterraron a sus muertos.
Atender el hogar, a los hijos, la siembra, eran actividades prioritarias pero se dejaron de lado para saber del paradero de los hombres, visitarlos en las cárceles e iniciar su defensa.  
El 10 de junio de 1997 y hasta finales del año 2001, iniciaban un largo plantón en los corredores del Palacio de Gobierno en la ciudad de Oaxaca, para exigir la libertad de los presos, presentación con vida de los desaparecidos, alto a la represión, castigo a los responsables de la barbarie; en una palabra: Justicia.
Los familiares de desplazados, de los detenidos, de los desaparecidos encontraban en el plantón el punto de encuentro y consuelo, un lugar para descansar, encontrar alimento e iniciar la defensa legal y política de quienes eran víctimas de la represión diodorista.
Hasta el penal de máxima seguridad, conocido entonces como Almoloya, llegaron las mujeres Loxicha a visitar, a fortalecer a quienes habían sido trasladados a esa cárcel de exterminio.
Ellas hicieron plantones en el zócalo del Distrito Federal, en el Senado, en la Cámara de Diputados; denunciaron ante los organismos de derechos humanos oficiales e independientes; realizaron conferencias de prensa; volanteos; boteos y convocaron a la solidaridad local, nacional e internacional.
En las comunidades indígenas, en la ciudad; desde hace catorce años las mujeres han enfrentado a la adversidad jugando el papel de padres y madres en la educación de los hijos, en la búsqueda del pan de cada día.
En las comunidades atendiendo los quehaceres del campo, en las ciudades lavando y planchando ropa ajena, haciendo tortillas para vender, vendiendo las artesanías de los presos, ayudando en la costura de los balones en las visitas carcelarias.
Cuando se obtiene la libertad del compañero, se vuelve a marchar a la ciudad; a los Estados Unidos de Norteamérica, en busca del sustento; otra vez la soledad: como en el caso de la compañera Inés Antonio Reyes que en el Albergue de Desplazados de la Región Loxicha, ha sido capaz de mantener en la escuela a sus seis hijos, involucrarlos en la elaboración de más de 3000 tortillas a la semana y no perder el vinculo con la lucha, con el esposo.
Las mujeres loxicha, también participaron en las movilizaciones del 2006, llegaban a solidarizarse a las barricadas y siguen participando en la búsqueda de la libertad y la justicia para Loxicha.
Las mujeres loxichas siempre han sido víctimas de la violencia, han sido violadas, encarceladas, asesinadas; sin embargo siempre estarán presentes en la lucha por un mejor futuro de su familia, de la comunidad, de todos.
Creo que no está de más hablar de los riesgos de nuestro días, de la falta de garantías para el trabajo que realizan los defensores de derechos humanos, los líderes de organizaciones sociales, hablo de hombres y mujeres; de las llamadas víctimas colaterales de esta violencia generalizada de la ingobernabilidad y de la falta de confianza en quienes no han llegado al poder cobijados por la voluntad popular; en el caso de nuestro Estado, esperamos que los que llegan no empañen las aspiraciones de una verdadera democracia; por las desmedidas ambiciones de poder de quienes encubierta o abiertamente les acompañan, y las acciones que están realizando, aun antes de llegar al poder.
De cualquier modo, las mujeres seguirán siendo pieza imprescindible en la construcción de una sociedad nueva.
    Combativamente:
Juan Sosa Maldonado
 Oaxaca de Juárez, Oaxaca; 03 de noviembre de 2010

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