El 25 de mayo del 2007 del hotel El Arbol, ubicado sobre la Calzada Madero, cuerpos policiacos, militares y paramilitares al servicio de Ulises Ruiz Ortiz se llevaron a Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, reclamados posteriormente por el Ejército Popular Revolucionario (EPR).
Por: Filadelfo FIGUEROA
Ese día ciudadanos reportaron que en el hotel El Arbol había la presencia de elementos del ejército, así como elementos de la policía preventiva, ministerial y municipal.
Se habla que ahí estuvieron los extintos jefes policiacos, Alejandro Barrita y Aristeo Martínez López, quienes supieron de la detención.
De acuerdo a la versión manejada, dueños del hotel mencionado pidieron la intervención de los cuerpos policiacos al observar que había hombres armados, que resultaron ser agentes judiciales del Estado de Chiapas.
Pero ahí mismo se dieron cuenta de la presencia de los eperristas, por lo que los detuvieron, sin que se haya podido precisar hasta ahora quienes llevaron a cabo la acción.
El EPR ha sostenido que sus compañeros fueron delatados y levantan sospechas que este fue nada menos que el ex coordinador de asesores de Gabino Cué, Víctor Raúl Martínez, quien conocía a Gabriel Cruz Sánchez.
Que estos fueron llevados a un lugar donde los torturaron para que dijeran quienes eran y señalaran a otros integrantes de su grupo.
Que en malas condiciones los llevaron a la Zona Militar pero los jefes castrenses no los quisieron recibir.
Entonces los llevaron a la Procuraduría de Justicia del Estado cuyo titular entonces era Evencio Martínez, quien ordenó tampoco recibirlos.
Se habla que los dos eperristas fueron vistos en la Procuraduría de Justicia del Estado en malas condiciones, que incluso fueron sacados en camilla.
Todo hace suponer que finalmente quienes supieron a donde los llevaron y donde los enterraron fueron Alejandro Barrita y Aristeo Martínez, los dos jefes de sicarios al servicio de Ulises Ruiz Ortiz, que uno de los motivos para ejecutarlos fue que sabían demasiado y había que callarlos a como diera lugar.
Barrita fue asesinado en el parque el Tequio cuando realizaba sus ejercicios y Aristeo fue muerto a tiros sobre la Calzada de la República, con un año de diferencia.
En el caso de Barrita tras los acontecimientos del 2006 fue nombrado director de la Policía Auxiliar Bancaria y Aristeo se había convertido en testigo protegido de la Procuraduría General de la República.
Tanto el Ejército como el Gobierno de Oaxaca han negado insistentemente en tener responsabilidad en la desaparición de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez.
Lo cierto es que a la fecha no sabemos exactamente cuanta gente fue asesinada y desaparecida durante los hechos del 2006 y 2007.
Por ejemplo el 25 de noviembre del 2006 fueron asesinadas dos personas frente a la Escuela de Medicina, uno de ellos mal herido fue sacado del Hospital Civil “Aurelio Valdivieso” por el entonces jefe de la policía ministerial, José Moreno Rivas.
El 16 de junio del 2007 en las instalaciones mataron a un joven al meterle una varilla por la boca, le aplicaron la tortura conocida como la revolvedora.
Hay crímenes que siguen ahí y no han salido a la luz pública.
