Notas del día, Opinión

El debate de los candidatos al Senado quien ganó y quien perdió

Bueno y por fin se dio el tan esperado debate entre los candidatos al Senado de la República donde la verdad aunque fueron cinco los llamados, solo un fue el elegido. Y es que pese a todos los pronósticos el aspirante del PRI, Eviel Pérez Magaña al parecer fue el gran ganador seguido de Irma Piñeyro Arias y ya compartiendo el tercer lugar se colocaron Diódoro Carrasco Altamirano y Benjamín Robles Montoya.
Vamos por partes, el encuentro despertó entre los políticos y algunos sectores de la sociedad un interés pocas veces visto en la histórica política de Oaxaca, debido a que este ejercicio fue el primero en la vida electoral de la entidad.
Debido a ello, la expectación fue inusual y como esto lo sabían los contendientes, no dejaron pasar desapercibida la oportunidad de lucirse. Por ello iniciando el debate el que comenzó con el juego sucio fue precisamente el conocido como “Cara Sucia”, Benjamín Robles Montoya quien enfocó sus baterías contra su “hermano incomodo” Diódoro Carrasco quien ni tardo ni perezoso se dejó amedrentar por el candidato de las izquierdas.
Pero fiel a su estilo de tira la piedra esconde la mano y al recibir las respuestas puntuales del albiazul, optó por buscar camorra con Eviel Pérez Magaña, pero aquí la cosa se puso interesante pues aun cuando el morbo electoral estaba a todo lo que da para ver si el priista se defendía, optó por actuar con un alto grado de responsabilidad y no cayó en el juego sucio y opto por la presentación de propuestas.
Solo una ocasión fue en la que el oriundo de la Cuenca atendió los señalamientos y fue en el momento en que Benjamín Robles lo acusó de ser beneficiado con obra pública. “Quiero decirle al señor candidato Ángel que efectivamente tiene 3 años y medio que deje de ser servidor público, la Contraloría y la Federación ya calificó y aprobó que no tengo una sola observación, pero hoy más que nunca nos deben de ocupar más las propuestas”, le reviró.
Al verse solo en el desierto, Robles Montoya no tuvo otra opción que evidenciar al candidato panista, Diódoro Carrasco y lo fallida que fue su administración gubernamental en lo que el combate a la pobreza se refiere, acusación que el cuicateco solo atinó a pedir contrastar resultados.
Irma Piñeyro la candidata Quadri si bien no brilló, pues hizo su mejor intento, con propuestas y en una actitud moderada que la hacen ocupar el segundo lugar.
Quien de plano ni se vio, ni sufrió y pasó como un verdadero desconocido fue el candidato del PVEM, Joaquín Ruiz Salazar quizás por eso se usó un traje color salmón que lo hacía parecer dicho sea con todo respeto ese fruto llamado “mamey”.
Ante lo gris de su participación tuvo que echar mano de los ataques y ya al final mencionó al innombrable y no nos referimos a Carlos Salinas de Gortari sino al verdadero jefe de campaña del priista-neopanista Jorge Franco Vargas.
Sin que se mal interprete, contra todos los pronósticos la verdad lo rescatable del debate fue Eviel Pérez Magaña quien era el más vulnerable y salió el más fortalecido pues supo batear todas las pitcheadas que le lanzaron.
A reserva de lo que usted estimado lector opine, se vio un candidato crecido y maduro, rompiendo los cánones de que eso de que la mejor defensa es el ataque optó por la presentación de propuestas, de ofertas legislativas y de trabajo.
Si bien muchos priistas de las diversas corrientes al interior del tricolor con anticipación ya le apostaban a la derrota, hoy vieron a un Eviel Pérez Magaña que como él lo ha dicho está escribiendo su propia historia.
Y lo que quedó claro es que entre los aliancistas ya se rompió o murió el amor y hoy se pelean más posiciones y presupuesto, por lo que la pugna esta al interior del gobierno del “cambio” y a leguas se aprecia la división existente.

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