Una, dos, tres largas horas; uno, dos, tres largos días; una, dos, tres largas semanas; uno, dos, tres largos meses; uno, dos, tres largos años; uno, dos, tres largos lustros; dieciséis infernales años tras las rejas víctimas de la represión diodorista; dieciséis infernales años de tortura psicológica sin saber cuándo alcanzaran la libertad. Todo ese tiempo han padecido en prisión los indígenas zapotecos de la Región Loxicha desde que Diódoro Carrasco Altamirano les fabricó expedientes judiciales por el delito de ser pobres, ser indígenas y buscar mejores condiciones de vida para su pueblo.
A pesar de las aberrantes acusaciones, una y otra vez han demostrado que son inocentes, que no han pertenecido a la guerrilla, que no cometieron los delitos que les imputan; que no estuvieron en el lugar de los hechos; que por ser autoridades elegidas bajo el sistema de usos y costumbres se encontraban ese día y esa hora celebrando la fiesta del Santo Patrón.
Quienes somos víctimas de la tortura, este día, más allá de la reparación de daños, exigimos la libertad de los Presos Políticos y de Conciencia de la Región Loxicha.
Presentación con vida de los desaparecidos y castigo a los culpables.
Ya sabemos, todos están muy ocupados en sus campañas políticas y que nuestras demandas no caben en sus urnas.
A pesar de todo, seguiremos restregándoles en su cara a los políticos nuestra existencia.
Juan Sosa Maldonado
Oaxaca de Juárez, Oaxaca; 26 de junio de 2012
Día Internacional en apoyo a las víctimas de la tortura
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