El domingo 15 de julio del presente año, nos instalamos en plantón en los corredores del Palacio de Gobierno en esta ciudad de Oaxaca, varios fueron nuestros objetivos. Como lo señalamos, buscar la atención directa del Gobernador del Estado a nuestras demandas; en segundo lugar, exhibir la falta de calidad moral de Arturo de Jesús Peimbert Calvo para presidir la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca.
Por: Juan Sosa Maldonado
Pareciera una vieja práctica de no vernos ni oírnos del Ejecutivo, por un lado; pero por otro, la incapacidad o mala voluntad de sus operadores políticos que lejos de ayudar a la buena imagen del Gobernador, sitúan en la percepción popular la idea que este gobierno está resultando peor que los que le antecedieron.
Podrán tener la desfachatez de llamarnos mentirosos, pero tenemos tantos agravios que la verdad, no tenemos necesidad.
Basta con echar un vistazo a la hemeroteca para saber cuántas ejecuciones extrajudiciales de líderes, luchadores sociales, campesinos e indígenas han sido llevadas a cabo en este sexenio; podrán argumentar que no son responsables por comisión, pero eso no los exime de su responsabilidad por omisión.
En el caso de los Loxicha, tenemos más ejecuciones con armas de uso exclusivo del Ejército; nuevas detenciones arbitrarias mediante la vieja práctica de fabricación de expedientes penales y la permanente miseria y marginación.
Preguntamos a los defensores de derechos humanos al servicio del Ejecutivo ¿eso no es violación de derechos humanos? Espero no haya necesidad de transcribir los artículos constitucionales.
Este no es, entonces, un gobierno democrático.
Fue, sobre todo, una manifestación para que nuestros compañeros que están en las cárceles del Estado, sepan que seguimos en pie de lucha, que no nos detendremos ante nada hasta verlos en libertad.
Nos permitió reconfirmar varias cosas.
Cerca de las seis de la tarde del lunes 16 de junio levantamos nuestras mantas, los compañeros retornaron a sus comunidades con el amargo sabor de sentir que a este gobierno no le interesan, que no somos iguales que los potentados con los que comparten su mesa; no queremos estar en ese nivel, solamente queremos una vida digna en lo verde de nuestras montañas; allá los falsos políticos con sus vanidades, sus simulaciones, sus vicios, su falta de ética, su corrupción.
Es lastimoso que sea a nuestra costa.
Arturo de Jesús Peimbert Calvo, nunca llegó.
Sirvan estas reflexiones para confirmar la impunidad con la que opera Diódoro Carrasco Altamirano.
Confirmamos que este gobierno que se auto proclama del cambio, de la paz y el progreso; sigue operando para dividirnos, para enfrentarnos, para aniquilar a quienes consideran un obstáculo para su carrera política; no hablamos solamente de Gabino, hay otros actores que ojala no lo desbarranquen.
Paciencia, el tiempo que es infalible, pondrá a cada quien en su lugar.
¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!
¡Presos políticos y de conciencia, libertad!
Oaxaca de Juárez, Oaxaca; 20 de julio de 2012



