Al originarse una riña entre jóvenes ebrios, los vecinos de las colonias Amamos, Roma y Ampliación de Santa lucía del Camino, llamaron al 066 para pedir auxilio. De inmediato apareció una patrulla de la Policía del Estado, pero no hubo detenidos.
Con botellas de licor y cerveza en las manos, los pandilleros dialogaron con los policías. Uno de ellos, con golpes y sangre en el rostro, se tuteaba con los uniformados. “Retirense, para que no nos los llevemos detenidos”, fue el mensaje de los policías antes de abordar su patrulla para alejarse del lugar.
Largas horas los vándalos bien conocidos en las colonias por tratarse de viciosos y ladrones, estuvieron intimidando a los transeúntes. Pocas horas antes, padres de familia de la Escuela Secundaria ubicada sobre la carretera al Rosario, habían reportado que los mismos borrachos despojaron a algunos adolescentes de dinero y de objetos de valor.
“El operativo” policial fue el martes a medio día. Los tres vándalos se embriagaban en el supermercado “Cawboy”, establecimiento que apenas dos semanas antes fue asaltado por otros delincuentes.
Las personas que pidieron auxilio al 066, creyeron que la policía detendría a los tres vándalos por escándalo y riña en la vía pública. Pero no fue así, la policía habló con ellos, les pidió tirar el contenido de la botella de licor y marcharse.
La decepción de los vecinos no es nueva. La policía municipal de Santa Lucía del Camino tolera y protege a los delincuentes que operan frente a los antros “Casting”, “La Tía Chú” y el “Cawboy”, donde ocurren riñas , robos y escándalos frecuentes. Hace algunas semanas, dos sujetos a bordo de una motocicleta amagaron con sus armas a los meseros del castig, supuestamente por la rivalidad con “La Tía Chú”.
Según los vecinos indignados por la protección que brinda la policía a los vándalos y delincuentes, los antros de vicio han atraído a los maleantes, aunque algunos se refugian en la vulcanizadora de enfrente al Castig. La policía monta operativos sobre carretera al Rosario para exigir dinero a motociclistas y automovilistas, pero no detiene a los ebrios escandalosos que se dedican a delinquir en las colonias de Santa Lucía del Camino.
