Los Dìas en la Selva es un libro de una hermosa crónica acerca de como se formó el Ejército Guatemalteco de los Pobres (EGP), de como se construyò un sueño imposible en medio de la selva, de la lluvia, de la maleza, el canto de los pájaros y el silencio de un grupo de jóvenes por querer cambiar la patria.
Por: Filadelfo FIGUEROA
Este libro no recuerdo bien en que librerìa lo encontrè, sì en la Casa del Libro o en la Proveedora Escolar en la Ciudad de Oaxaca o en algùn puesto de venta de libros en las calles de la Ciudad de México o en san Luis Potosí, pero lo encontré y lo leí de un sólo golpe.
Su narración es fluida, y que podíamos esperar si su autor es Mario Payeras, un intelectual de compromiso social en Guatemala, que no dudó por abandonar las comodidades de ser un profesionista por las ingratitudes de las montañas guatemaltecas y la persecuciòn de su gobierno.
A la distancia, el libro se me extravió o se lo regalé a algún sociólogo de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), pero se me quedaron gravados pasajes bellos narrados por Payeras, entre ellos el silencio interrumpido por el canto nocturno de las aves, o el concierto de una lluvia interminable.
Una belleza que contrastaba con el tableteo y los aviones del ejército guatemalteco persiguiendo los sueños de quienes conformaron el EGP.
Supongo que encontrar un ejemplar de los Días de la Selva no es fácil.
Pero cuando el libro llegó a mis manos no sabía quien era Mario Payeras, porque el libro no mencionaba ningún dato del autor, por eso empecé a indagar quien era el tal Mario Payeras, entonces todavía no había internet. Pero sí intuì que se trataba de un guerrillero.
Años después leí en el diario La Jornada acerca de la muerte de Payeras y como su cuerpo habìa desaparecido.
Y años más tarde encontré un artículo de Adolfo Guilly titulado “Donde Vela el Jaguar” acerca de la desaparición del cuerpo de Payeras quien habìa sido enterrado en un panteón de Tuxtla Gutiérrez.
Es un artìculo lleno de amor y sentimiento a Mario Payeras que entre otras cosas dice: Un día o una noche de febrero pasado fue saqueada la tumba de Mario Payeras, el poeta y comandante guerrillero guatemalteco muerto en México en enero de 1995.
Sus restos desaparecieron. Quien los robó no se llevó los del comandante Marco Antonio Yon Sosa ni los de sus dos compañeros, los guerrilleros indígenas guatemaltecos Fidel Raxcacoj Xitumul y Enrique Cahueque Juárez, asesinados en México en 1970, los tres sepultados en la misma cripta del cementerio de Tuxtla Gutiérrez. Tampoco fue roto el vitral de la puerta de la cripta, donde un jaguar se pasea entre las aves y las plantas de la selva de los mayas.
El objeto de odio era Mario. Quién sabe qué hizo después, y adónde los llevó, el desdichado que puso sus manos sobre esos restos. Nadie querría compartir su destino, aunque nunca se sepan su nombre ni su paradero.
Sólo una forma de eludirlo existe en estos casos y no es imaginable que el desdichado la conozca: devolver una noche o un día esos restos junto a sus compañeros, donde vela el jaguar que era el nahual de Mario, y desaparecer otra vez en silencio.
Ahora es muy fácil saber quien es Mario Payeras, existen muchos artículos en el internet, pero cuando vivía, como comandante de la Guerrilla Guatemalteca era dificil encontrar textos acerca de este escritor guatemalteco, quien dejó una obra llena de vida, entre otros libros: El Trueno en la Ciudad (testimonio, 1987), El Mundo como Flor y como Invento (cuentos, 1987). Latitud de la Flor y el Granizo (ensayo ecológico, 1991) , Los Fusiles de Octubre (ensayos militares, 1991) Asedio a la Utopía (ensayo, 1996), Poemas de la Zona Reina (poesía, 1997).
