Han sido siete meses y días que fui despedido “injustificadamente” sin razón ni argumento por parte del Congreso del Estado, al parecer por capricho de alguien, en este caso cabe anotar que el personal de honorarios debe ser una especie de “adulador profesional” para poder conservar el empleo; siete meses que estoy desempleado, que NO he obtenido salario con las consecuencias imaginadas por Uds.
Medios de Comunicación
P R E S E N T E S.
Me dirijo a Uds. de la manera más respetuosa para informar en cuanto a lo acontecido en H. Congreso del Estado de Oaxaca.
Han sido siete meses y días que fui despedido “injustificadamente” sin razón ni argumento por parte del Congreso del Estado, al parecer por capricho de alguien, en este caso cabe anotar que el personal de honorarios debe ser una especie de “adulador profesional” para poder conservar el empleo; siete meses que estoy desempleado, que NO he obtenido salario con las consecuencias imaginadas por Uds.
Desde el 15 de enero de 2005 he tenido la oportunidad de colaborar en el H. Congreso del Estado Libre y Soberano de Oaxaca, siete años de dar mis servicios profesionales en la dirección del CIILCEO, muchos de los trabajadores del Congreso del Estado conocen mi capacidad profesional y el trato humano que doy a mis semejantes, muy por el contrario de lo que tratan de presentar de mi persona diciendo que soy rijoso, problemático y holgazán un decir que no corresponde a la realidad ya que como se podrá corroborar en cualquier momento mi compromiso es con el trabajo ético y sumamente profesional.
En el mes de marzo se me informo por parte del Director de Recursos Humanos Ing. Julio Cesar Martínez Rodríguez que no se me renovaría contrato por órdenes superiores, al solicitarle documento que me informará de la finalización de la relación laboral me prometió que me entregaría el documento correspondiente, documento que nunca me entrego, argumentando que la ordenes eran “ya no dar a nadie ningún papel que lo involucrará con el Congreso por que habían tenido muchas demandas”. Hable con distintos diputados al respecto solicitando su apoyo a lo que todos me dijeron que si, pero hasta el momento todo a quedado en ¡promesas!.
Se me hizo un ofrecimiento por parte de los Administradores del Congreso diciendo que regresaba bajo las siguientes condiciones: Un “mes a prueba” (acaso en 7 años no demostré mis capacidades) y el salario se me bajaba en $2,000.00, lo cual que por supuesto me pareció con toda la intención de burlarse de mi persona y con la finalidad de que no aceptara. A los Diputados les han argumentado que ya me ofrecieron algo pero que no quiero.
Se me ha dado de baja nominalmente por causas que nunca se me precisaron, se me ha dado de baja con frialdad y sin razonamiento. Mi contrato en todos estos años ha sido de honorarios el cual se me ha renovado constantemente y nunca se me proporciono copia del dicho contrato. Siete años al servicio del H. Congreso del Estado y ahora se pretende que de buenas a primeras deje todo y olvide mi tiempo de servicio sin oportunidad de se reinstalado y sin finiquito alguno.
Pregunto: ¿acaso no es el Congreso del Estado de Oaxaca el primero en acatar las leyes que ellos mismos generan? ¿Puede el capricho de un servidor público dejar sin sustento a cualquier familia? ¿Acaso los diputados de la LXI Legislatura no están enterados de la condiciones laborales del personal contratado bajo régimen de honorarios (que son quienes mas trabajan en el Congreso Estatal)?
A T E N T A M E N T E
Armando Márquez Saucedo
