En el año de 1996, en la Región Zapoteca de los Loxicha, el gobierno estatal encabezado por el entonces priista Diódoro Carrasco Altamirano y el gobierno federal encabezado por Ernesto Zedillo Ponce de León, iniciaron una brutal represión contra los indígenas zapotecos de aquella marginada y pobre región.
LICENCIADO ENRIQUE PEÑA NIETO
PRESENTE:
Quien suscribe, JUAN SOSA MALDONADO, Presidente del Consejo Directivo de la Organización de Pueblos Indígenas Zapotecos, con domicilio para oír y recibir notificaciones en Prolongación de Xicoténcatl numero 1031 letra B de la colonia Eliseo Jiménez Ruiz en la ciudad de Oaxaca, teléfono celular 044 951 115 15 77, correo electrónico:loxicha@gmail.com, con fundamento en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de manera atenta y respetuosa me dirijo a Usted para exponer lo siguiente:
Persecución; detenciones ilegales y arbitrarias; torturas físicas y psicológicas, tratos crueles e inhumanos; ejecuciones extrajudiciales; desaparición forzada de personas; violaciones; desplazamiento forzado de la población forman parte del catálogo de las violaciones a derechos humanos, delitos de lesa humanidad; cometidos contra la inerme población.
Cientos de indígenas fuimos detenidos y llevados a distintas cárceles del Estado y el País, incluido el Penal de Máxima seguridad conocido entonces como “Almoloya”; se documentaron más de 15 desapariciones forzadas y a lo largo de estos 16 infernales años se han perpetrado más de 150 ejecuciones extrajudiciales.
Permanecen en diversas cárceles del Estado 8 presos del fuero federal que llevan más de 16 años en reclusión por delitos que no cometieron, bajo los viejos métodos parapoliciales de fabricación de expedientes y consignas políticas para que no se les deje libres.
Los grupos paramilitares siguen operando en las comunidades, dejando una estela de muerte y desolación.
El miedo, la desnutrición, pobreza y abandono se observan a simple vista en los rostros de hombres y mujeres, niños y ancianos que habitan las paupérrimas comunidades.
En fuero común y federal hay órdenes de aprehensión pendientes de ejecutar y se sigue criminalizando a los indígenas con detenciones arbitrarias por delitos que nunca han cometido
Más de dieciséis años después ya no buscamos justicia porque nada reparará los innumerables daños que se nos han causado, de tal modo que para los compañeros que en septiembre próximo cumplirían 17 años en prisión por delitos que nunca cometieron, solicito atentamente:
ÚNICO: INDULTO PARA LOS PRESOS POLÍTICOS Y DE CONCIENCIA DE LA REGIÓN LOXICHA.
Sin otro particular y en espera de una pronta y favorable respuesta, quedo de Usted,
RESPETUOSAMENTE:
Juan Sosa Maldonado
Oaxaca de Juárez, Oaxaca; 16 de diciembre de 2012



