Antes del principio de la historia, nuestra historia, como hoy, creíamos en el amor, creíamos que el fin en esta vida es ser felices.Hoy, reafirmamos nuestra convicción de que se debe educar para la felicidad, no solamente para el éxito, porque el éxito sin felicidad, no lo es. Que en la vida, como para los hijos; se deben satisfacer necesidades, no caprichos.
Que traemos patrones de conducta, responsabilidad de la herencia genética, pero que lo humano se aprende: lo humano se aprende.
Que los padres somos los primeros maestros y que nuestros hijos se educan con el ejemplo: ¿Están seguros quienes protestan contra los maestros, de su propia responsabilidad o sus hijos les estorban en casa? No olvido, desde luego, observando el linchamiento mediático, los otros intereses políticos y la mano que mueve la cuna.
“Mis hijos se educan en casa todo el tiempo”
Que lo mejor que le podemos heredar a nuestros hijos, es cultura.
Que la educación es un problema familiar.
Que lo que debemos amar de los seres humanos, para hacer este mundo habitable, son los defectos: las virtudes se dejan querer solas.
Que debemos aprender a resolver conflictos de manera pacífica.
Que la impunidad es el principio de toda injusticia, si no, ¿Por qué dos muertes más en Loxicha?
Que olvidar nuestra historia, es condenarnos a repetirla.
Por eso: no olvidamos, no perdonamos.
Seguimos condenando este terrorismo de estado al que nos ha condenado el Diodorismo-gabinismo.
Responsabilizamos a Gabino Cué por omisión o comisión de los feminicidios, de la persecución y las ejecuciones de líderes y luchadores sociales.
Exigimos la libertad y presentación con vida de las y los luchadores sociales:
No olvidamos a Virginia y Daniela, a los profesores Carlos René Román Salazar y Guadalupe Pérez Sánchez, los más sobresalientes, de una larga lista de desapariciones forzadas.
A propósito de la aparición del EPR, como pretexto para iniciar la más cruel represión en la región zapoteca de los Loxicha; la desaparición desde hace 75 meses 3 días, de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, a quienes el Estado Mexicano, persiguió y es responsable de su desaparición forzada por su militancia política y su presunta participación en los ataques a diversos cuerpos policiacos aquél 28 de agosto de 1996.
Los 7 Presos Loxicha que fueron trasladados primero al Penal de exterminio de Mengolí de Morelos, Miahuatlán y después al CEFERESO # 6 de Huimanguillo, Tabasco; han sido regresados nuevamente al CEFERESO # 13, un penal de máxima seguridad en Miahuatlán de Porfirio Díaz; es decir que la observancia del estado de derecho para la dupla Peña Nieto/Gabino Cué, implica violaciones y más violaciones a derechos humanos; aunque muchos los miren con ojos de madre amorosa.
Recordemos, la mejor educación es el ejemplo.
Juan Sosa Maldonado
Ex preso político, víctima de desaparición forzada
Desde el corazón de la resistencia.
