Notas del día, Opinión

De “Tri” a Triquis; de campeones a campeones

Los equipos  de México de basquetbol infantil de la comunidad Triqui de Oaxaca y la escuadra femenil “Bayonetas de Puebla”, campeones y campeonas del IV Festival Internacional de Mini Baloncesto de Argentina, nos ha permitido a todos los mexicanos sentir un gran orgullo por lo que lograron, pero es mayor esta presunción porque son dos grupos de indígenas  quienes han alcanzado este enorme triunfo, más aún  cuando la selección “profesional” de fut bol no pudo clasificar directamente al mundial de Brasil y tiene una oportunidad más, gracias al seleccionado de Estados Unidos que ganó a Panamá para poder contar con un boleto, siempre y cuando le gane a Nueva Zelanda.  
 
Por Roberto López Rosado 
 
Para quienes somos indígenas es mucha nuestra vanidad por lo que han hecho estas niñas y niños a quienes desde el gobierno federal y las empresas televisoras habla y presumen de los triunfos de éstos a partir, decíamos en nuestra entrega anterior, de una visión folklórica e, insisto, como si fueran una pieza de museo.
La semana pasada, el Presidente Enrique Peña los recibió en la residencia oficial de Los Pinos donde los aprovechó para “colgarse” de ellas y de ellos, llenándolos de halagos y de frases hachas: “cuando se quiere, se puede”, les dijo,  y les ofreció “apoyo” y dio instrucciones para que se dé “seguimiento” a ambos equipos y se mejoren las instalaciones donde entrenan.
¿Por qué es hasta ahora cuando se les ofrecen reconocimientos, halagos, aplausos, reportajes, dar “seguimiento” y mejorar sus “instalaciones”? Por cierto, desde aquí proponemos que no se les vaya a ocurrir techar sus canchas, ni les vayan a poner regaderas con agua caliente, vapor, bicicletas fijas, gimnasio ni saunas y todo eso que tienen los atletas de “alto rendimiento”, ni mucho menos vayan a cambiar el piso de cemento por una de duela porque, aunque ya lo sabemos todo mundo, juegan sin tenis; las plantas de sus pies ya están curtidas.
Aunque la verdad no me preocupo mucho de que esto vaya ocurrir porque Peña Nieto, la verdad sea dicha, no les ofreció ni una beca para que puedan seguir estudiando, ni un apoyo a sus padres para que puedan mejorar la alimentación de sus hijos; solo darle “seguimiento” y “mejorar las instalaciones”, no ofreció más, seguramente, como Presidente de la República que es, sabe perfectamente que no tiene ningún caso que los jovencitos puedan tener una mejor alimentación, ¿para qué? si nunca comen bien, si se bañan a jicarazos con agua fría. ¿Para qué entregarles unos tenis de alta tecnología, si como ya apuntaba, sus pies están ya curtidos?
¿Para qué secundar el Punto de Acuerdo de la Cámara de Diputados para que se les entregue el Premio Nacional del Deporte si no son atletas de alto rendimiento? Quiero entender que Peña Nieto sólo ofreció lo que les ofreció porque a lo mejor está pensando en entregar este premio a la selección del Piojo Herrera, luego de que regresen con boleto en mano para poner en alto el nombre de México en país carioca.
El asunto no es menor. Estas niñas y niños poco pueden ofrecer para el gobierno peñista y para todas y cada una de las empresas patrocinadoras de la Selección (privada) de futbol. El raiting es mínimo y momentáneo. No me imagino a los patronos de la selección de fut bol peleándose por las niñas y los niños basquetboleros. Se les halaga y se les aplaude, sí, pero sólo para la foto y no más.
En breve, si se le gana a Nueva Zelanda, ¿quién se va a acordar de los niños triquis y de las Bayonetas de Puebla? Nadie, absolutamente nadie. Las televisoras  y los patrocinadores van estar tranquilos porque de lo contrario, perderán según la cadena de deportes ESPN, cerca de mil 400 millones de dólares. El director comercial de la empresa DreaMatch, Rogelio Roa, ha dicho que la Selección  Azteca y la de Chapultepec 18,  es una de las cinco primeras en el mundo con mayores ingresos, así es que si no gana, “el Tri perdería alrededor de ocho años de trabajo”, y de no clasificar, “se devaluarían los costos por derechos de trasmisión”. Sería el Acabose.
Muchos son los que perderían. La Selección dejarían de recibir lo que le entrega FIFA a cada equipo que asiste al mundial, mientras que Televisa saldría fuertemente perjudicada, ya que es dueña de todos los derechos de trasmisión a través de su empresa SKY, mientras que Adidas dejaría de comercializar 300 millones de dólares y una cifra parecida, otras empresas ligadas a la Federación Mexicana de Futbol, más otras que, aunque en menores cantidades, saldrían también perdiendo.
Si el Piojo y sus águilas no pueden devorar a la serpiente, no me puedo imaginar a una niña Bayoneta o un niño triqui emulando a un Chicharito o a un Memo Ochoa anunciando “Pan Blanco Bimbo” o una “mejor rasurada” con su Prestobarba 3  de Gillete, disfrutando “la chispa de la vida” sorbiendo una Cocacola con 12 cucharadas de azúcar  o pagando con el poder de firma, desde luego,  con su Banamex.
Lo mejor que nos puede pasar es que el Piojo y sus piojitos ganen porque pobre país si su selección no va a Brasil; que vaya porque puede ser una de las candidatas a  ganar el mundial y para que el país se tranquilice, para que no se vaya a desbordar la inconformidad social  y para que Peña Nieto los reciba en Los Pinos y los abandere. Esa va a ser una escena emocionante.
También, lo mejor que nos puede pasar es que las Bayonetas de Puebla y los niños triquis sigan jugando descalzos y que, por favor, no les vayan a construir un Sport City, no les ofrezcan nada, déjenlos paz, así como están, así como viven al fin y al cabo, nada tienen, y así son campeones.
 
 
 
 
 

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