Notas del día, Opinión

El 14º Congreso del PRD y el futuro de México

El título podría parecer pretencioso. Creo que no, y es que el décimo cuarto Congreso Nacional del Partido de la Revolución Democrática no cumplió  con los propósitos que todos deseábamos, es decir, un verdadero partido de oposición, verdaderamente de izquierda y más democrático.
 
Por: Roberto López Rosado
Diputado Federal PRD
 
El tema principal que al menos en los medios se hablaba, era el de cambiar los estatutos para que el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas se pudiera reelegir. Él declinó esta posibilidad lo que muchos veíamos como una salida para, aprovechando su calidad moral, pudiera él tomar el timón y conducir al partido a un buen puerto y tratar si no de unificar a las corrientes, si mediar para evitar haga agua el partido.
El hecho es que sí, efectivamente, se reformaron los estatutos del partido y podrá haber reelección luego de tres años que muchos lo tomaron como “apapacho” de los  chuchos para el que el ingeniero Cárdenas se reeligiera, pero más bien fue para abrirse ellos mismos la posibilidad de reelegirse. Así es que en unos años más podríamos ver, si no hacemos nada, a Jesús Ortega o a Jesús Zambrano presidiendo de nuevo al PRD.
Una cosa es cierta, las corrientes distintas a Nueva Izquierda, no hemos tenido la capacidad de ser mayoría frente a este grupo, Los Chuchos, cuya actuación se parecen mucho –y será porque de ahí vienen varios, entre ellos, Jesús Ortega y Carlos Navarrete-, a aquel Partido Socialista de los Trabajadores (PST) que lideraba el tristemente célebre Rafael Aguilar Talamantes, cuyo partido, el PST, era sólo un burdo partido satélite de los gobiernos del PRI
En el congreso de Oaxtepec, era evidente que no iba a haber unificación de las corrientes, si hubiera sido posible, el mundo se hubiera acabado y no habría escrito estas reflexiones, al contario nos hemos polarizado gracias al llamado Pacto por México que a pesar de que NI presume que fue invento de ellos, dicho pacto se ha convertido en un instrumento  eficaz de cooptación del gobierno de Enrique Peña Nieto y su partido que se ha reflejado en varias de las votaciones  en el actual periodo de sesiones y traducido en la aprobación de reformas como la laboral, la educativa, la de telecomunicaciones, así como la hacendaria y la que seguramente en los próximos días se aprobará  antes de que termine este periodo sesiones, es decir, la energética que abrirá de par en par las puertas a las empresas privadas a Pemex y la Comisión Federal de Electricidad.
Esa mayoría, insisto, a NI le permitió se aprobara que el PRD siguiera dentro del Pacto por México, situación que desde luego muchos compañeros, particularmente de Izquierda Democrática Nacional (IDN) no estuvimos de acuerdo. Al estar redactando esta entrega me he enterado en el propio salón de sesiones de la Cámara de Diputados que el Presidente Nacional, Jesús Zambrano ha anunciado la salida del PRD del Pacto por México.
Desde luego esta noticia es muy buena porque muestra lo que ha significado para el gobierno de Enrique Peña Nieto nuestro partido, algo así como un pañuelo desechable. A los compañeros de NI les prometieron varias cosas particularmente de la Reforma Política y ahora les dicen: “fíjense que siempre no”, lo que ha llevado a Zambrano a decidir salirse de ese pacto
Desde hace muchos años, aunque no sé que haya muerto, Rafael Aguilar Talamantes, RAT -así le decían por sus iniciales- su espíritu anda en los pasillos de la sede nacional del PRD  y en las oficinas del Grupo Parlamentario en San Lázaro. El PRD de hoy se parece mucho a ese PST de RAT y está muy lejos del PRD que nació luego de que Cuauhtémoc Cárdenas en 1988 fue el candidato del Frente Democrático Nacional (FDN), situación que hoy a muchos nos les dice nada y que otros por conveniencia han borrado de sus mentes.
El Congreso del PRD ha dejado mucho que desear, desde la misma reforma a sus estatutos que como decía sólo beneficiará a los chuchos. Necesitamos rescatar al partido, pero también es cierto a nosotros mismos, de nuestras voracidades, de nuestros purismos, y sí, porque no decirlo, de las corruptelas en que muchos han caído. Necesitamos apoyar a los jóvenes, mujeres y hombres a quienes hay que devolverles ese espíritu de lucha, de dignidad y advertirles de los peligros que le han significado al PRD las mieles del poder, de estar cerca del poder:
Efectivamente uno de los objetivos que debe tener cualquier partido es alcanzar el poder pero no de manera corrupta. El poder nos debe servir para favorecer a la gente, a una población fuertemente golpeada, frente a una oligarquía nacional que ha sido favorecida por las reformas que los gobiernos neoliberales han llevado a cabo como con Carlos Salinas quien fue el promotor de reformar el artículo 27 constitucional que permitió la entrega del campo a los grandes consorcios nacionales e internacionales; la entrega de Telmex y de los ferrocarriles. Hoy estamos frente, ya lo decía, a las reformas laboral, educativa, de telecomunicaciones, donde, por decir lo menos, el PRD las ha avalado en algunos casos con el voto de una parte de las y los diputados o cuando menos con su indiferencia.
Los argumentos para salirse del Pacto son muy importantes como el que haya demasiadas deficiencias e insuficiencias en el dictamen sobre reforma política que se logró la madrugada del jueves pasado, ya que no estaban contenidas ni el tema de las llamadas “Cartas Ciudadanas”, ni se definió las causales para la anulación de una elección, pero además de estos argumentos debe haber otros de peso que muestren lo que representa el PRD como partido de izquierda en México.
Es claro que el diálogo, la negociación los acuerdos son instrumentos de la política y todos los partidos las debemos usar; no podemos ser sólo contestatarios del todo o nada. Sí, efectivamente, pero tampoco podemos convertirnos en un partido satelital, un nuevo PST del “nuevo PRI”. Así como la naturaleza requiere de equilibrios, la política requiere de armonías, y un PRD entregado al gobierno, un PRD satélite de nada sirve a México. Parte importante de un futuro mejor para las y los mexicanos requiere de una izquierda democrática que no sea sólo contestataria pero tampoco agachona y maiziada. Enhorabuena por la salida del PRD del Pacto por México.
 

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