Hoy, impunemente se cumplen cinco meses de que junto con mi familia sufrí un intento de ejecución por parte de fuerzas paramilitares al servicio de los más oscuros intereses en nuestro Estado.
AL PUEBLO EN GENERAL
A LAS ORGANIZACIONES DEFENSORAS DE DERECHOS HUMANOS
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
AL MAGISTERIO Y ORGANIZACIONES DEMOCRÁTICAS
Hoy, impunemente se cumplen cinco meses de que junto con mi familia sufrí un intento de ejecución por parte de fuerzas paramilitares al servicio de los más oscuros intereses en nuestro Estado.
Es de singular importancia la inmovilidad del Gobierno del Estado, frente a su permanente discurso pretendiendo convencer al pueblo de que es respetuoso de los derechos humanos, que Gabino es un gobernante de izquierda, que ejerce un gobierno democrático.
Se multiplican las ejecuciones extrajudiciales en las narices de los gobernantes que, pretendiendo que pasemos por retrasados mentales, argumenta que no tienen responsabilidad, que se trata de crímenes pasionales, de asuntos familiares.
Claro, de las más bajas pasiones y de asuntos que tienen que ver con agresión al núcleo familiar, a toda la familia.
Por ejemplo, la familia del Presidente Electo, Epigmenio Rafael Aragón Luis, ejecutado el cinco de diciembre en San Pedro Totolapam, tuvo que abandonar también, todo en su comunidad, ante el temor de sufrir más agresiones y daños.
La ejecución extrajudicial de Inocente Maximino Cortés García el pasado siete de enero en Miahuatlán de Porfirio Díaz, de igual modo que los acontecimientos posteriores en nuestro Estado, sigue confirmando, la inexistencia de un estado de derecho en Oaxaca.
Históricamente, en Oaxaca se han ejecutado políticas de contra insurgencia y de control social, en este marco, no es de extrañarse que desde antes del arribo a este sexenio, el diodorismo haya iniciado una limpieza de líderes sociales, indígenas y campesinos, pretendiendo una gobernabilidad tersa, cimentada en las ejecuciones extrajudicial, la desaparición forzada de personas y el encarcelamiento de luchadores sociales.
Largo es el recuento de ejecuciones de líderes sociales iniciando por Catarino Torres Pereda, Heriberto Pazos Ortiz, profesor Rafael Vicente Rodríguez Enríquez, Bernardo Vásquez Sánchez, profesor Everardo Hugo Hernández Guzmán, diputado local; por señalar solamente los casos más conocidos-
En cuanto a quienes resaltan de la desaparición forzada de personas, justamente se cumplen tres años de la desaparición forzada del profesor Carlos Rene Guzmán Salazar, sin olvidar al también profesor Guadalupe Pérez Sánchez, a la recientemente desaparecida, Belem Ortiz Ramírez, hermana de las también desparecidas en el 2007 Virginia y Daniela Ortiz Ramírez originarias de la Región Triqui.
Por lo que a la persecución y encarcelamiento de luchadores sociales se refiere, es ilustrativo el caso de Damián Gallardo Martínez, Leonel Manzano Sosa, Mario Olivera Osorio Sara Altamirano Ramos y Lauro Atilano Grijalva Villalobos como cabezas visibles de una lista de 13 presos detenidos precisamente hace 10 meses en el estado de Oaxaca; completan la lista David Vargas Araujo, Alberto Sandoval, Faustino Diego, Enrique Guerra Aviña, Alejandro Sandoval Martínez, José Ambrosio Martínez, Martín Colmenares Méndez y Alejandra Chávez, quien, igual que Sara Altamirano Ramos, se encuentra presa en Nayarit.
Hace falta mucho por hacer, por lo pronto, ante todas nuestras adversidades, es necesario no olvidar, no perdonar, y en la medida de nuestras posibilidades emprender acciones para que la impunidad que cubre casos como Loxicha, Agua Fría, Santiago Choapam, la masacre del paraje Tres Cruces, Mixtepec, en la región Mixteca, los feminicidios, no alimenten la injusticia permanente en contra del inerme pueblo de Oaxaca.
Respetuosamente:
Juan Sosa Maldonado
Defensor de Derechos Humanos
16 de marzo de 2014
Permanece impune el atentado a Juan Sosa, líder de OPIZ
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