*AL PUEBLO EN GENERAL. *A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN. *A LAS ORGANIZACIONES DEFENSORAS DE DERECHOS HUMANOS.-Cuando la barbarie de los dueños del poder político y económico destruye de manera cruel y despiadada la vida de niños, mujeres y ancianos; de la población en general, el mundo no puede, no debe voltear para otro lado.
Ningún argumento tiene validez para cometer delitos de lesa humanidad en ningún lugar del mundo, solamente la participación decidida por la defensa de los derechos humanos de nuestros semejantes puede salvarnos de la complicidad ante el salvajismo cometido contra víctimas inocentes en Palestina y en otras partes del mundo, Oaxaca, nuestro País incluidos.
Para evitar que olvido brinde impunidad a los asesinos y sus cómplices es necesario no olvidar, mantener viva la memoria y la esperanza en un futuro de justicia; un mañana glorioso en el que los responsables sean llevados ante la justicia y paguen por sus crímenes.
Quienes desde 1996 en la Región Loxicha, conocemos de estas atrocidades a manos de los que diciéndose gobernantes se convirtieron en los verdugos de un pueblo indefenso, sabemos que solamente una conciencia crítica y la solidaridad con estricto sentido humanitario pueden acabar con esta barbarie.
Así, ante un panorama desolador en nuestro Estado, en nuestro País y en el mundo entero, nuestros esfuerzos no deben ser acciones aisladas que solamente nos lleven al desgaste y la frustración.
Por muy pequeñas que pudieran ser nuestras posibilidades de construir una respuesta a la sinrazón, no nos crucemos de brazos esperando que los demás construyan iniciativas; construyamos iniciativas y fortalezcamos las existentes para salvarlos, para salvarnos.
En cuanto al Caso Loxicha, caso que forma parte de un todo en estas guerras de exterminio, guerras en las que se desprecia a los pueblos originario para quedarse con sus recursos; para los que ahora gozan de la impunidad, impunidad a la que han contribuido quienes diciéndose de izquierda, democráticos o hasta revolucionarios les allanaron el camino y sumaron males a los que ya de por si arrastrábamos en la Región Loxicha, lo más cómodo sería que nos olvidásemos.
A todos ellos decimos ¡NO! No mientras nuestros hermanos indígenas sigan siendo asesinados. No mientras permanezcan en prisión quienes fueron encarcelados desde hace 18 años por delitos que no cometieron. No mientras los recursos naturales y humanos se sigan explotando y los recursos destinados para el desarrollo de las comunidades sigan sirviendo para abultar las carteras de políticos canallas de todo tipo. No mientras se sigan violando derechos de los indígenas.
Este experimento diodorista con el Licenciado Gabino Cué Monteagudo en la gubernatura llega a su fin y todo indica que otra vez las fuerzas leales al Licenciado José Murat Casab hacen gala de todas sus artes para encumbrarse en la gubernatura. Así, ante el ignominioso gobierno que se autodenominó del “Cambio” de la “Paz y el progreso”, neo porfirista; ¿Otra vez se repetirán las historias de lucha por la liberación de presos indígenas como con la Ley de Amnistía Estatal hace 14 años durante el muratismo? ¿Será posible que tengamos que esperar tanto tiempo para la libertad de nuestros compañeros? ¿Todo ese tiempo tendremos que esperar nosotros para que se nos garantice nuestra vida y seguridad en el retorno a nuestra patria ante la cerrazón y la abulia de Gabino Cué Monteagudo?
¡ALTO AL GENOCIDIO!
¡PRESAS Y PRESOS POLÍTICOS Y DE CONCIENCIA, LIBERTAD!
¡PRESENTACIÓN CON VIDA DE LAS Y LOS DESAPARECIDOS!
¡CASTIGO A LOS CULPABLES DE DELITOS DE LESA HUMANIDAD!
Juan Sosa Maldonado
Defensor de derechos humanos
Alto a la violación de los derechos indígenas en Oaxaca
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