Hoy sólo la unidad de las clases oprimidas puede salvarnos de esta verdadera guerra que ha dejado miles de muertos, desaparecidos, presos y perseguidos políticos por un sistema que ha suprimido nuestros derechos como seres humanos.
Los intereses neocoloniales desde la vieja “Operación Cóndor” implementada desde Washington en la era de la iniciación de la guerra sucia, deben entender de una vez por todas: que ya no estamos dispuestos a que, en aras de seguir incrementando sus improductivos capitales, arrasen con todo en nuestro país.
Desde mi condición de exiliado por la violencia política en Oaxaca, a un año del intento de ejecución extrajudicial al ir junto con mi esposa y mis tres menores hijos, exijo al Estado Mexicano:
- Alto a la criminalización y represión de la protesta social.
- Libertad para todos y todas la presas políticas y de conciencia en nuestro país.
- Presentación con vida de todos y todas las desaparecidas en México, incluidos los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero.
- Alto a la impunidad y castigo a los culpables de la represión y delitos de lesa humanidad en nuestra patria.
¡¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!!
Atte: Juan Sosa Maldonado



