México se debate entre la aplicación de la ley y el vandalismo de los “defensores” de los desaparecidos de Ayotzinapa, se debate entre la pobreza de los más pobres y la riqueza de los funcionarios corruptos de los tres niveles, se debate entre la inoperancia de las instituciones que tiene que dar cuentas al pueblo de las fortunas mal habidas de representantes populares y de directivos de la función pública.
Por: Javier Cruz de la Fuente.
En México el antiguo dicho que el que pedía mordida sólo era el tamarindo ya quedo atrás, ahora los funcionarios de primer, segundo y tercer nivel de las tres órdenes de gobierno y de los tres poderes de la unión están tachados de corruptos y no marquemos de que línea ideológica, pues, llámense tricolores, verdes, azules, amarillos o naranjas han demostrado un enriquecimiento inexplicable gracias a la corrupción y a la parálisis y omisión de la institución reguladora, “chinto tapa a chinto” y el pueblo con impotencia ve la pobreza en sus casas. ¿Hasta cuando el poder de la ley se impondrá en este país?
En Oaxaca las cosas marchan de mal en peor, el gobierno medroso y timorato con el fin, según ellos, que no haya otro estallido social le permite a los delincuentes de la sección 22 del SNTE accionar con actos vandálicos, cerrando calles, robando gasolineras, incendiando vehículos y no aplican la ley; el desfile del 16 de septiembre se vivió sin la presencia del gobernador, el desfile del 20 de noviembre no se realizo por qué así lo dicto la sección 22 y ahora la tradicional Noche de Rábanos se hará en sede alterna o en el llano o en la plaza de la danza, por que los hijito de don Gabino ya lo amenazaron que si pretende hacerlo en el zócalo ellos no lo permitirían, válgame Dios con este esperpento que tenemos como gobernante, pero, bueno, se entiende, el fue presidente municipal y hoy está como gobernador sin tener arraigadas las costumbres y la sangre de los Oaxaqueños, al rato va a salir que el zócalo o la “casa del pueblo” como le dice al palacio de gobierno desde su campaña se van a cambiar para darle paso a que el actual zócalo sirva como tianguis y manifestodromo.
Hasta donde hemos llegado en Oaxaca, estar sujetos a un grupo de delincuentes que se dicen redentores del pueblo, pero, más bien son enterradores del pueblo; aún más, don Gabino ya pidió le autoricen un préstamo de mil quinientos millones de pesos para el próximo año y es seguro que la cámara de diputados sin chistar se los autorizara, claro, previa mochada.
Y don Enrique Peña nieto sin querer y sin poder voltear los ojos a Oaxaca, donde urgen las auditorías.
