Notas del día, Opinión

PRD, que no nos arrepintamos

Hemos arrancado este año con la participación activa de todas las fuerzas políticas con registro, además de las que acaban de recibirlo, es decir, Morena que encabeza Andrés Manuel López Obrador, el Partido Humanista y el Partido Encuentro Social.
 
Por: Roberto López Rosado*
 
Los partidos, bajo sus propias reglas empezaron ya a registrar a quienes pudieran ser sus candidatos en los 300 distritos uninominales y 200 plurinominales a diputados federales, en algunas entidades a sus candidatos y candidatas a diputados y diputadas locales y a gobernadores.
Las elecciones federales pasadas que permitieron renovar el poder Ejecutivo y el legislativo estuvieron manchadas una vez más de fuertes dudas si Enrique Peña Nieto ganó a la buena la Presidencia de la República. Lo mismo sucedió con muchas diputaciones que presuntamente ganaron los y las priístas. Nadie seguramente ha olvidado que Peña Nieto tiene encima la carga que significan las acusaciones de que “ganó” gracias a las famosas tarjetas Monex.
La comisión que se formó en la Cámara de Diputados con este mismo nombre para esclarecer los hechos, estimó, a pesar de las chicanas del PRI para evitar se transparente lo sucedido, que en la campaña de Peña se gastaron 4 mil 599 millones 947 mil 834 pesos, los cuales no se fondearon únicamente a través de tarjetas Monex, también con otras como las de Soriana-CTM.
Estamos pues, ya lo decía arriba, frente a un nuevo proceso comicial que va a permitir  renovar de manera destacada la Cámara de Diputados, es decir, los y las mexicanas votarán por quienes formen parte de la LXIII legislatura. Lamentablemente la historia de los fraudes electorales es larga y constante. El fraude electoral ha sido un doloroso escenario donde no se ha respetado la voluntad del pueblo, casi siempre se ha impuesto el fraude en las elecciones Los ejemplos son muchos; demasiados han sido quienes han llegado al poder legislativo producto del fraude electoral y lamentablemente a través de la compra del voto y de la misma manera quienes llegaron a la Presidencia de la República. Algunos fueron presidente gracias a la voluntad de un hombre.
En la historia se recuerda que el PRI, recién fundado en noviembre de 1928 por Plutarco Elías Calles, en su primera participación en las elecciones extraordinarias de 1929 cometió fraude en contra del político y escritor José Vasconcelos; Juan Andrew Almazán fue víctima de Manuel Ávila Camacho. Los historiadores recuerdan el día de las elecciones “la votación fue manipulada e interrumpida por disturbios, hubo enfrentamientos constantes entre camachistas y almazanistas. El ejército y la policía reprimieron, hirieron y asesinaron a decenas de manifestantes”.
Desde luego destaca uno de los fraudes electorales más recordado y lamentable de la historias, el del 6 de julio de 1988. Los muertos votaron, el sistema computacional “se cayó”, se multiplicaron los votos del candidato oficial y se disminuyeron los de oposición, además de que se distorsionó la información de lo que realmente ocurrió. No sólo a Cuauhtémoc Cárdenas le robaron la elección sino al pueblo de México. Situación muy parecida le ocurrió a Andrés Manuel López Obrador. Hay muchos quienes han mostrado con cifras y datos que prueban que el panismo también le entró a lo que fue calificado como el  primer fraude electrónico del siglo XXI.  Vicente Fox impuso y llevó al poder a Felipe de Jesús Calderón Hinojosa a la Presidencia.
La historia de cómo llegó Enrique Peña Nieto aún está fresca. Ya lo decía, su elección está manchada por la compra cínica del voto, aprovechándose de la necesidad de la gente, de su ignorancia y de muchas de las prácticas fraudulentas que son más que conocidas.
En el PRD se registraron la semana que acaba de terminar quienes aspiran a ser candidatos de nuestro partido a diputados federales y locales a jefes delegacionales, presidentes municipales y demás. Los y las perredistas debemos ser muy reflexivos de lo que va a significar esta elección; debemos tener muy claro que resultados positivos no serán muy fácil obtenerlos; que lamentablemente hay una caída preocupante en las preferencias de la ciudadanía por el PRD derivado en buena parte de lo sucedido en Aotzinapa y otras situaciones que el partido no debió permitir y por la propia descomposición que tuvo nuestro instituto político como el que sucede en Iztapalapa, y denunció mi compañera, oaxaqueña, Aleida Alavez, quien acusó que hay grupos de perredistas allí, que han practicado la compra de votos, patente que dijo, le pertenece al PRI.
El PRD, independientemente de los resultados de estos comicios, debe cambiar, regresar a sus orígenes, a ser un verdadero partido de izquierda, que deje de ser comparsa del gobierno. Debemos de ser un partido crítico, con propuestas, pero, insisto debemos dejar de ser un partido satélite.
Luego de los registros, debemos elegir a nuestros mejores hombres y mujeres, más preparados, de reconocida presencia y trabajo; sentarnos a la mesa y ver a través de encuestas, las posibilidades que tienen unos y otros para poder enfrentar en la elección Constitucional del domingo 7 de junio y podamos todas las expresiones apoyar a los hombres y mujeres mejor posicionados, incluso, probablemente hacernos a un lado cuando el caso así lo amerite, apoyando a otro compañero de izquierda que podría ser, por ejemplo, abanderado de Morena con quien indudablemente estoy convencido, la mayoría de los perredistas estamos identificados, formamos parte del mismo tronco.
Así, los y las perredistas debemos, insisto, ser muy reflexivos y entender que debemos hacer a un lado nuestras diferencias internas, nuestros problemas y confrontaciones, que reconozco, muchas veces se derivan de nuestra pluralidad, pero que debemos trabajar y entender que vamos a enfrentar probablemente una de las elecciones más difíciles en los 25 años de vida del partido, porque no solamente resistiremos, no me cabe duda, que desde el poder, desde el PRI, preparan un nuevo fraude electoral; que van por todo, cueste lo que cueste, así sea mediante una nueva versión del reparto de tarjetas Monex, de tarjetas Soriana.
A esto debemos responder con firmeza, con unidad e inteligencia, porque si no nos sentamos a dialogar, a llegar a acuerdos, a darnos la mano, el destino nos alcanzará, y no nos quedará otra que arrepentirnos. Ojalá no nos arrepintamos.
*Diputado federal del PRD por Oaxaca.

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