Muy temprano, la mañana de este domingo 15 concluyó el Pleno del IX Consejo Nacional del PRD donde se determinaron las listas plurinominales a diputados federales. La “nota” como dicen los periodistas, fue el hecho que el ex Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard y el dirigente nacional de la expresión interna, Izquierda Democrática Nacional (IDN), René Bejarano Martínez fueron excluidos de dichas listas.
Por Roberto López Rosado*
Muchos pensábamos, y estoy convencido que por su trabajo, Bejarano Martínez le correspondía figurar entre los primeros lugares de la lista plurinominal. En una entrevista, el profesor como todo mundo lo identifica, fue muy ecuánime en sus declaraciones al término del Pleno. Dijo que está “acostumbrado a las traiciones”, y dio a entender que esto fue la causa de que no se le incluyera.
Sin embargo muchos hubieran esperado que por este motivo, Bejarano hubiese anunciado su salida del partido, no. Actuó de manera inteligente, pero además se puede observar, en sus declaraciones, a pesar de que la IDN fue en parte hecha a un lado, madurez y responsabilidad. Afirmó, “es momento de ver para adelante y cuidar el proceso electoral que viene”, amén de señalar: “compartámoslas o no, las decisiones colectivas se tienen que asumir y se respetarán”.
René es un dirigente nacional que ha mostrado no sólo inteligencia, destreza y capacidad de negociación. Aunque, insisto, él debiera ser uno de nuestros candidatos plurinominales; ha mostrado en este episodio que su interés primordial no era llegar a la Cámara de Diputados. Seguramente varios de los que van a estar en la próxima legislatura, y no acuso que no puedan tener méritos, no van a representar la pluralidad que tiene y debe tener el PRD y su grupo parlamentario próximo.
René Bejarano ha dicho que se le dejó a él y Marcelo Ebrard fuera “porque son un peligro para el ala moderada de su partido, ya que son absolutamente independientes del Gobierno federal”.
Es muy lamentable esta afirmación porque lo que en entre líneas se puede leer, porque en estos momentos, cuando el partido está siendo fuertemente señalado por su descomposición, pero también por su falta de identidad con el ser de izquierda, el grupo mayoritario del partido los hace a ambos personajes a un lado, los veta para poder participar en el congreso.
Sucede esto cuando deberíamos de abrir un espacio de reflexión sobre “cuál debería ser el modelo de articulación y unidad de las diferentes expresiones de las izquierdas en el país”, como lo planteó en su momento el senador Alejandro Encinas.
Sí, efectivamente, las decisiones en un partido que se dice plural y democrático deben tomarse de manera colectiva, pero también debe atenderse la posición de cada uno de sus integrantes y no querer imponer decisiones desde un “liderazgo centralizado”.
Desde la izquierda en muchos momentos de la historia de este país, hemos señalado las decisiones que desde la élite del poder se han tomado para mal de México y los mexicanos. Este mismo escenario se ha trasladado al PRD. Una élite está tomando las decisiones principales, y quita del camino a quien o quienes les estorba.
Esperamos, y lo planteó en plural porque muchos de mis compañeros han coincidido con mingo en esta visión, pudiéramos estar viviendo momentos como los que el Partido Comunista Mexicano vivió en los años 50, es decir, tener que padercer la “hoz estalinista”. Si bien a los disidentes en aquellos años al interior del PCM como José Revueltas se le acusó de enemigo del proletariado, quienes no coinciden hoy con la élite del PRD, se nos ve como incómodos por la alianza que tiene de facto parte de la dirigencia perredista con el gobierno de Enrique Peña Nieto y su partido, el PRI.
En la próxima legislatura requerimos de un PRD y un grupo parlamentario donde se reconozca y se respete la pluralidad de las diferentes expresiones a su interior; abierto y receptivo a las críticas y las ideas. Requerimos de un PRD y un grupo parlamentario que fortalezca su perfil de partido opositor como nació y no como un partido comparsa.
La no inclusión de Bejarano y Marcelo es una mala señal, una lamentable mal señal cuando el partido requiere que sumemos, no que restemos, cuando requerimos personajes que se atreven a disentir, a ser incómodos, cuando la población nos reclama que cambiemos.
*Diputado Federal del PRD en Oaxaca
René Bejarano y Marcelo Ebrard
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