Efectivamente, y como dijera nuestro mendaz Gobernador, “el pueblo manda, yo obedezco” Yo digo: -el pueblo habla yo escribo-. Definitivamente el pueblo de Oaxaca está desilusionado y arrepentido haberle dado su confianza a Gabino Cué hace poco menos de 5 años; sin embargo los mismos Oaxaqueños a los que les he preguntado, replican, pero, Gabino nos engañó, nos hizo creer en una esperanza para que Oaxaca creciera y nosotros nos olvidáramos de marchas y plantones, nos dio esperanza de recuperar lo perdido en el año 2006, vilmente fuimos engañados. Y sí, desde la campaña hasta nuestros días el Gobernador de Oaxaca, trae un discurso nada parecido a la realidad Oaxaqueña, un discurso donde ha prometido mucho y ha cumplido nada.
Por: Javier Cruz de la Fuente
En campaña, Don Gabino se comprometió con el pueblo a meter a la cárcel a todos los mitómanos de los sexenios anteriores, gobernar con los mejores Oaxaqueños, con honestidad y transparencia. Y qué hay de eso. Nada. Sólo metió a dos peces descarnados y los peces gordos siguen en el agua y ahora algunos hasta sus cuates son.
En la toma de protesta lanzó varias frases anecdóticas, que si las hubiese cumplido, el Estado de Oaxaca seria el ejemplo a seguir por el mundo entero: el pueblo manda, yo obedezco. Los funcionarios de mi gobierno vivirán en la medianía de su salario. No serán funcionarios de restaurante ni de café. Atenderán de manera pronta y sin demora a todo ciudadano Oaxaqueño que solicite apoyo. Gobernaré con transparencia. Se acabaron para Oaxaca los años de saqueo. No contaré los logros de mi gobierno por la cantidad de ladrillo que pondré en el estado, lo contaré por las acciones que cambiaran la vida de todos los Oaxaqueños.
Hoy, el gobernador piensa que los de la Sección 22 de la CNTE son el pueblo de Oaxaca, porque solo a ellos obedece, hasta el funcionario del último cargo de confianza en estos cuatro años ya amaso una mediana fortuna, no se diga de los altos funcionarios que hasta elefantitos compran para adornar su casa, o aquel que se dedica a construir restaurantes hasta en el mercado más caro del mundo (la ciudad de los rascacielos). Y de las demás promesas ni le seguimos porque de todo lo que cacaraqueo en un mareador y demagógico discurso de toma de posesión no ha cumplido absolutamente nada.
Desde el primer día de su gobierno a la fecha todo lo que ha dicho el Gobernador son solo promesas y buenas intenciones, mentiras y más mentiras, tratando de engañar a los que no viven en Oaxaca, pero los que acá vivimos sabemos que tenemos como máxima autoridad a un contumaz mentiroso. Solo me queda una duda: donde han quedado los presupuestos históricos que la federación destina al Estado?, Alguien le debe seguir la pista hasta el último morlaco. Pero, eso también es esperanza, pues el gobierno federal no hace lo mínimo para aclarar casos de corrupción en Oaxaca
* Los SSO atraviezan por la peor crisis de la historia.
Por otra parte, yo no tengo la culpa que la misma población diga: que no hay medicina, que no hay condones ni pastillas para que las mujeres no se embaracen, que no hay placas de rayos x, que no se pueden hacer estudios de laboratorio, que el servicio médico es pésimo, que las unidades médicas se están cayendo, que la atención en las oficinas del Sector Salud son pésimas, que en Regulación Sanitaria todo mercadean (recetas, constancia de manejadores de alimentos, verificaciones, dictámenes, quejas, etc), que no hay atención de brotes, que los funcionarios de primero, segundo, tercero y cuarto nivel de los SSO se enriquecen a la sombra del presupuesto, que el sindicato esta domesticado.
Y todo lo anterior se debe a una simple y sencilla razón, y lo digo, aunque se enoje Germán Tenorio Vasconcelos y sus Corifeos, todo lo anterior se debe que los Servicios de Salud de Oaxaca están pasando por la peor administración de su historia, sin pies ni cabeza, sin liderazgo, sin conocimiento técnico, sin pasión y sin presión de un grupo que vigile y active las acciones; ese es el error que los líderes sindicales (Mario Feliz, Jenoé Ruiz y Alberto San Germán) y el patrón coman en el mismo plato y se repartan el poder económico. Chinto tapa a chinto y chinto a su compañero, aunque los compañeros chintos sean unos grandes truhanes y su compañero sea un pusilánime administrador.
