En el país se viven momentos cada vez más críticos de violencia, corrupción y marginación que se acercan a un colapso social. En Oaxaca la militarización del territorio con el pretexto de recuperar la rectoría de la educación no es más que la implementación de una política represiva del régimen en contra de las organizaciones sociales y el gremio magisterial.
Por: Carlos A. Benítez*
Los programas sociales de SEDESOL encabezados por Rosario Robles utilizados de forma ventajosa para promover precandidato priista a la gubernatura, mientras tanto en comunidades y pueblos la cruzada contra el hambre es un fracaso rotundo por la mala planeación de dicho proyecto.
El plan de incursionar por parte de las fuerzas federales en las escuelas para hacer “posible”
el inicio del curso escolar no es más que el primer paso de este gobierno para someter a los trabajadores y posteriormente a la población en su conjunto debido a que las condiciones socioeconómicas empeoraran y así frenar el gran descontento social que podría derivar en un gran riesgo para la cúpula de mafiosos que hoy mal gobiernan el país.
Los asesinatos a líderes de organizaciones sociales en el país, la desaparición de estudiantes y los atentados contra los medios de comunicación es parte de la enorme descomposición de las instituciones del Estado Mexicano en todos sus sectores.
En los meses previos a que comiencen los tiempos electorales de manera formal habrá por ofertar candidaturas “independientes”, la ciudadanía debe estar muy atenta para no ser engañados y ejercer su voluntad para sacudirse años de corrupción en los gobiernos locales en Oaxaca.
*Politólogo oaxaqueño y gestor social.
