Ahora si ya es un hecho, las aguas parecen haberse calmado. Todo está en aparente normalidad. Un parámetro que demuestra lo que digo, es la ceremonia de entrega de medallas de nuestro STPEIDCEO en donde ahora si el mandatario y sus colaboradores pudieron presentarse sin contratiempos junto a la actual dirigencia del gremio para así posar tranquilamente ante los reflectores. Impensable hubiera sido esa postal en el desayuno de las madres trabajadoras del pasado 10 de mayo.
Han sido ya casi poco más de 6 meses desde que se firmó el tan mencionado y en su momento criticado convenio 2015 de nuestro gremio con el patrón-gobierno; y en el cual sabemos ahora, sirvió eficazmente al menos para ver caer caretas y una vez más redefinir debilidades personales. No es necesario abonar en lo ya sabido.
En estos 6 meses, nuestro gremio en su interior se encuentra dividido como se ha designado desde arriba. Eso obviamente lo sabe el patrón-gobierno al derecho y al revés, pues nadie duda ni un momento que es desde ahí donde se “analizan” y “diseñan” las tácticas a seguir que servirán para fortalecer al mismo tiempo a grupos aparentemente antagónicos entre sí.
Hace unos meses fuimos testigos cada uno de nosotros, como miembros de nuestro STPEIDCEO de la histórica oportunidad que tuvimos de tomar en nuestras manos las riendas del destino de nuestro gremio; pudimos poner nuestro grano de arena para así construir un gremio más justo y humano; la indignación y el hartazgo generado por tener una dirigencia entreguista y pro-patronal causo una fuerte euforia y a la vez una rara mezcla de sentimientos encontrados, ya que cientos y cientos de trabajadores que dieron la confianza a la opción blanca vieron con una firme claridad el error cometido.
Vamos, llegamos a pensar en la posibilidad de lograr la realización de una Asamblea General de socios.
Varios si atendimos a ese llamado histórico con responsabilidad y civilidad, aun sabiendo de las nefastas e ilegales represalias que ello pudiera acarrear. Vaya mi humilde y sincero reconocimiento y admiración a aquellos trabajadores iguales a su servidor, que decidieron no delegar esa responsabilidad unipersonal. A aquellos que no buscaron esperar a alguien o a los mismos que siempre hablan para hacer valer su propia voz y sus derechos consagrados en nuestra Constitución Política del país y en nuestro estatuto gremial.
Obvio, otros más, impulsados por sus viejos mentores políticos corruptos vieron en este crucial momento una oportunidad excepcional no para impulsar un cambio profundo (a pesar de que aseguraban que luchaban por la Asamblea General), si no para presentarse con maquillaje, disfraz y guion memorizado y así intentar pasar ante la clase trabajadora como auténticos y congruentes disidentes sindicales. Ese esfuerzo ahora todo mundo sabe solo representó una moneda de cambio. Ahí tenemos el ejemplo más claro del bloque rojo impulsado por Joel Castillo, en donde el imaginario colectivo asegura, logró sobrevivir a su ahora conocida “doble” debacle electoral, al obtener para sí y su grupo prestaciones y prebendas muy especiales cual si fueran un vice-comité ejecutivo en turno.
Ahora tal vez la clase trabajadora podremos explicarnos la procedencia de los recursos financieros y materiales que se traducen en la incuestionable (más no el fin) entrega de aparatos ortopédicos, anteojos, materiales para construcción, realización de foros, carreras atléticas, cursos de oratoria, y más foros y más foros. Todo movido por la mano oculta de los desprestigiados partidos políticos. Y esto trastoca seguro estoy a un buen bloque de “Asociaciones Civiles” de todos los colores y sabores en nuestro gremio compañeros.
En fin, es tiempo una vez más de reflexionar esta crisis por la que está pasando nuestro gremio compañeros. Créanme que nos debe preocupar a todos por igual este escenario si es que nos consideramos trabajadores de clase, y si es que valoramos nuestros derechos ganados y queremos a nuestro gremio como auténticos sindicalistas.
¿Porque? Pues por la única y exclusiva razón de que, de continuar este clima de favoritismo, corrupción y simulación de grupos solo veremos como resultado que seguiremos dividiéndonos más. Es urgente comenzar a construir los cimientos firmes y reales por cada uno de nosotros que hagan realidad el lema del escudo de nuestro sindicato. No es un idealismo compañeros, es una condición urgente que nos ayudará para protegernos hombro a hombro como sindicalistas ante el clima de violencia laboral generado por las Reformas Estructurales Neoliberales de nuestra nación.
Esta condición de conciencia social la otorga la vida misma compañeros, no se regala en foros “sindicalistas” simulados, ni en cursos de “valores y principios”, vamos muchísimo menos en el Instituto de capacitación sindical.Esta condición se genera día a día.
Así mismo permito este espacio para pronunciarme por la exigencia de la reinstalación inmediata e incondicional de los compañeros trabajadores de base cesados injustamente de la Dir. General de Notarias desde el mes de mayo pasado. A ellos nuestra solidaridad, esa que es de igual a igual, de trabajador a trabajador.
Así como también para pronunciarme en contra de la mal llamada Reforma Educativa (reforma laboral disfrazada) y en apoyo incondicional de trabajador de clase a los compañeros profesores del sindicato hermano de la Secc. XXII.
Por la presentación con vida y castigo a los responsables de los 3 niveles de gobierno por la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa Guerrero.
RESPETUOSAMENTE
ING. NOÉ BAUTISTA JIMÉNEZ.
TRABAJADOR DE LA SEDAPA.
EX-CANDIDATO A SECRETARIO GENERAL POR LA DISIDENCIA DEMOCRÁTICA DEL STPEIDCEO.
morfeo_nb@hotmail.com
La solidaridad no puede esperar.
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