Ciudadanos y ciudadanas oaxaqueños, nos pronunciamos por un alto total e inmediato a la desproporcionada, violenta y ciega, incursión de la fuerza pública en diferentes puntos del estado, que sólo hoy, ha cobrado seis víctimas humanas confirmadas. No aceptamos ni consentimos que el diálogo sea desplazado como instrumento fundamental para dirimir conflictos o desacuerdos.
A LOS GOBIERNOS FEDERAL, ESTATAL Y MUNICIPALES
A LOS PODERES LEGISLATIVO Y JUDICIAL
A LA SOCIEDAD CIVIL ORGANIZADA
A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
AL PUEBLO DE OAXACA
Ciudadanos y ciudadanas oaxaqueños, nos pronunciamos por un alto total e inmediato a la desproporcionada, violenta y ciega, incursión de la fuerza pública en diferentes puntos del estado, que sólo hoy, ha cobrado seis víctimas humanas confirmadas. No aceptamos ni consentimos que el diálogo sea desplazado como instrumento fundamental para dirimir conflictos o desacuerdos.
Oaxaca ha sido escenario –por décadas- de confrontaciones que han generado pérdidas humanas y económicas con cargo al ya lastimado tejido social; rechazamos una política de Estado que fomente la confrontación entre oaxaqueños de diferentes preferencias y filiaciones, tanto políticas como gremiales.
Exigimos así la apertura de una tregua, entre las partes en conflicto, así como de una mesa de negociación, en la que prive la transparencia y la razón.
Solicitamos la mediación de personalidades internacionales, nacionales y oaxaqueñas de amplio reconocimiento e incuestionable probidad ética, para mediar un problema agravado por su evidente complejidad, del cual la solución, no podrá jamás encontrarse en decisiones autoritarias, unilaterales o aisladas de verdaderos mecanismos democráticos.
Ante la radicalización de las posturas; el camino más sensato, civilizado e inteligente que puede conducirnos a sufrir los menores daños como sociedad es el DIÁLOGO, alentar enconos, contribuir a la confusión, a la división y la confrontación nunca será la mejor ni más inteligente vía de acceso a lograr consensos y construir acuerdos; en este como en la gran mayoría de los problemas que como sociedad nos aquejan debe prevalecer el bien común y no sólo el de unos cuantos; y no me refiero a ninguna de las partes en conflicto en particular.
Bienvenido quien esté decidido a sumar y a multiplicar esfuerzos para la construcción de una mejor sociedad y no quien solo quiera confundir, dividir o alentar posturas radicales en ningún sentido que a nada bueno nos conducen.
¡No a la violencia en contra del pueblo oaxaqueño!
¡Por un diálogo inmediato, razonado y efectivo!
Arq. Lázaro García Saavedra.
