
Donde nacieron hombres como Benito Juárez, Porfirio Díaz Mori, los hermanos Flores Magón, José Vasconcelos, que en su momento hicieron y propiciaron los grandes cambios que en ese momento nuestro estado y país requerían.
Por: Arq. Lázaro García Saavedra.
Qué pena que ya no haya conciencia social o que la poca que aún queda se esté extinguiendo porque cada día es más difícil la lucha de David contra Goliat.
Qué pena que quienes pueden y deben hablar a nombre de la sociedad, guarden silencio por temor o por conveniencia.
*El ya famoso Puente de la ignominia*, que une al estacionamiento del auditorio Guelaguetza con el mismo auditorio, quedo feo, desintegrado, fuera de contexto, sin el mínimo estudio y como un monumento más de las obras sin planeación y a capricho de los gobernantes en turno, y todo ello, como otra bofetada más a los ciudadanos bien y de bien; pero sobre todo a los colegios de profesionistas que con su omicioso silencio se convierten en cómplices a modo de quienes se pitorrean de las leyes, los reglamentos y la buena fe de la ciudadanía que cada día está más cansada de tanta impunidad y corrupción, como fiel presagio de lo que parece venir de regreso y parte de una política nacional que hasta en eso es centralista.
¿Será necesario dar más reconocimientos y organizar eventos para alabar a los funcionarios que en su momento no supieron o no quisieron reconocer su ámbito de competencia?
¿Será que el triste destino de aquí en adelante de los colegios de profesionistas es el de ser coristas o acompañantes del gobierno en turno y sus atrocidades?
¿A caso nos empieza a invadir el no me importa, el no me preocupa, el no es mi problema o de mi competencia y el valemadrismo juntos?
Porque de ser así; eso es un caldo de cultivo muy propicio para la proliferación de atrocidades como esta.
Cuanta razón tiene la gran enseñanza del maestro *Nicolás Maquiavelo* cuando dijo; divide y vencerás; ahora con la venia de todos ustedes agregaría lo siguiente: engaña, confunde, compra conciencias y dignidades, déjate adular y vencerás.
Buenas noches, buen descanso y dulces sueños, estimados amigos.



