


A escondidas del pueblo de Oaxaca y en una sede alterna, Alejandro Murat Hinojosa rindió protesta esta madrugada como gobernador constitucional; en el acto protocolario estuvo el dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Enrique Ochoa Reza.
Por: Jesús Isaac OLMEDO.
Los diputados que se prestaron para el teatro fueron nada menos que los integrantes de las bancadas del Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y obviamente del PRI; quienes mostraron algo de dignidad y congruencia fueron los legisladores del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que no acudieron para atestiguar la farsa.
Para llevar cabo la toma de protesta del nuevo gobernador de Oaxaca, los diputados habilitaron como sede alterna nada menos que las instalaciones del Canal 9, ubicadas por el rumbo de Riveras del Río Atoyac, muy cercanas al puente del Tecnológico. Los pocos invitados llegaron cobijados por las sombras de la noche y teniendo como cómplice a Morfeo, dios de los sueños.

Alejandro Murat en sus primeros minutos como gobernador ya se burló de los oaxaqueños, le tomó el pelo, como vulgarmente se dice a los invitados especiales del evento, entre ellos, senadores, diputados federales, presidentes municipales, dirigentes de partidos políticos, líderes sociales y delegados de las secretarias de estado de los dos órdenes de gobierno.
Murat llega por la puerta chica al gobierno de Oaxaca y ya fue capaz de despilfarrar recursos públicos, que tanta falta le hacen a comunidades que presentan diversas carencias y marginación, ya que hubo preparativos para simular que se acondicionaba un templete en la explanada del Congreso del Estado, renta de equipo de sonido e iluminación. A esto hay que sumar los gastos en la elaboración de invitaciones y gafetes para los asistentes de tan importante evento, que es el regreso del PRI al poder.

El gobernador priísta también se mofó de los medios de comunicación y de los propios periodistas, a quienes pidió documentos para dar las acreditaciones y todavía su equipo de trabajo tuvo la desfachatez de citar a los comunicadores un día antes y tenerlos esperando por horas para que les entregaran las mentadas acreditaciones.
Con esto queda en claro que las supuestas movilizaciones de los transportistas no fue más que plan con maña. Y ahora es más que evidente que el control de estos grupos los tiene el PRI, entonces serían los directos responsables de la ola de violencia y bloqueos que durante todo el sexenio de Gabino Cué protagonizaron.
Los maestros se quedaron como novias de pueblo “vestidos y alborotados” con sus movilizaciones programadas para este jueves, que no surtirán el efecto deseado; solo resta esperar que harán los perredistas y morenistas que marcharían durante la toma de protesta de Murat, quizás también ya están en negociaciones con José Murat Casab, que es la mano que realmente mece la cuna.



