Turismo

 Historia de la Guelaguetza

La Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca (Seculta), es una de las dependencias del gobierno estatal que organiza Las Fiestas de Julio, Mes de la Guelaguetza 2018, le corresponde también llevar a cabo la cartelera de la programación de las 100 actividades culturales que se desarrollarán en diferentes sedes para las y los oaxaqueños, así como para el turismo local, nacional e internacional.

 

Por: Idolina Herrera López

 

La Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca (Seculta), en tiempo y forma está distribuyendo la Historia de la Guelaguetza, con el fin de que propios y extraños conozcan todo lo relacionado de las Fiestas de Julio, Mes de la Guelaguetza 2018, que significa, cómo se celebraba y desde que año se vienen realizando la Fiesta máxima de los oaxaqueños.

“Guelaguetza” es, una palabra en lengua zapoteca que significa ofrenda o presente, refiriéndose al acto generoso de dar, en un sentido de cordialidad, hermandad y generosidad, mismo que se destaca al ser la Guelaguetza la fiesta étnica folclórica más importante de América.

Esta expresión de multiculturalidad, celebra la hermandad de un pueblo conformado por 8 regiones y 16 grupos étnicos, unidos por la ofrenda a la diosa Centéotl (Diosa del Maíz).

Origen.

Los indígenas mantenían en sus tradiciones una celebración dedicada a las Diosas del Maíz: Xilonen” la Diosa del Maíz Tierno y “Centéotl” Diosa del Maíz Maduro, a quienes les hacían grandes honores y ofrendas.

La celebración se realizaba en el cerro denominado por los zapotecos como “Daninayaaloani” o Cerro de Bellavista, ubicado en el valle de la ciudad que en lengua náhuatl se le conoce como “Huaxyacac”, hoy denominada Oaxaca.

A las Diosas se les entregaba como tributo los mejores frutos, las mejores cosechas y las más preciosas flores, haciendo de su templo un hermoso lugar, símbolo de la abundancia y el buen proveer, además un grupo de jóvenes vírgenes se avocaban a recoger azucenas, con el fin de llevarle un regalo a las diosas y tener el sagrado honor de convertirse en su ofrenda principal.

Posteriormente con la colonización, la fiesta sufrió cambios, los evangelizadores instituyeron la fiesta de la Virgen del Carmen, pues la celebración a esta Virgen coincidía con las fechas con las que los indígenas llevaban a cabo sus rituales.

Ya en tiempos relativamente más cercanos, la festividad se componía de familias oaxaqueñas, que a modo de paseo, subían al cerro hoy conocido como “Cerro del Fortín”, para compartir sus alimentos con los demás. Con el correr de los años, se introdujo la participación de grupos de danza que representaban el ritual a las diosas del maíz y finalizaban con la quema de fuegos pirotécnicos.

En 1932, año en que se celebraba el 400 aniversario de elevación de rango a la Ciudad de Oaxaca, la fiesta se nombró como “Homenaje Racial”, que incluyó la presentación de grupos de las regiones del estado con su música, danzas, tradiciones y costumbres. La fiesta se repitió en los años siguientes, recordando que por mucho tiempo después de los rituales indígenas, la gente concurría al cerro como simples paseos o romerías para compartir sus cosechas, vinculando así un sentimiento de gratitud, dando paso a las “Fiestas de los Lunes del Cerro”.

Actualmente, se conoce como “Guelaguetza” y se celebra en la Ciudad de Oaxaca los dos lunes siguientes al 16 de julio y constituye un acontecimiento en el que participa todo el pueblo, con 4 presentaciones en el Auditorio Guelaguetza, es un espectáculo de música, bailes y cantos, donde cada delegación presenta una muestra de su patrimonio cultural, a través de expresiones dancísticas, que ejecutan al son de la música y los cantos que le son propios, vistiendo indumentarias de sus respectivos pueblos.

Al terminar su participación, cada delegación distribuye entre el público su Guelaguetza u ofrenda, compuesta por productos característicos de sus respectivas regiones.

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