Este fin de semana, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador visitó nuevamente el estado de Oaxaca para entregar recursos, comprometer obra y refrendar su compromiso con los municipios que por muchos años han sido ignorados.
Por: Armando Escándalos
En su primer día de actividades en la entidad, López Obrador realizó su tradicional conferencia de prensa matutina de los viernes, dando detalles del operativo fallido en Culiacán, Sinaloa, para capturar al hijo del “Chapo”, Ovidio Guzmán.
Luego estuvo en los municipios de Asunción Nochixtlán, la Ciudad de Tlaxiaco, Putla Villa de Guerrero y San Juan Bautista Cuicatlán.
En Asunción Nochixtlán hubo protestas por parte del Comité de Víctimas de Nochixtlán (COVIC), maestros de la Sección 22 de la CNTE y organizaciones sociales, que claman justicia por los hechos de violencia ocurridos el 19 de junio de 2016, donde murieron seis personas y más de 108 fueron lesionadas.
Aunque COVIC exigía diálogo con López Obrador, los encargados de la logística, de seguridad y de giras del Gobierno Federal y Estatal se pusieron de acuerdo para evadir a los manifestantes, pues es un tema delicado, qué aunque hay responsables, estos no irán a prisión, según el propio discurso de “perdón…pero no olvido” del propio presidente de México.
Obrador también estuvo en la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, en la región Mixteca, para concluir su gira por los hospitales rurales. Mientras que en Putla Villa de Guerrero, ubicado en la región Sierra Sur, presentó su gira “Diálogo con los Pueblos Indígenas”, cuya finalidad es construir la paz, la unidad y reconciliación de los pueblos indígenas de México.
En esta zona existen municipios catalogados como de muy alta marginación y extrema pobreza, acá convergen las etnias: triqui, mixteca, amuzgo, tacuate y náhuatl. Es una zona donde ha prevalecido por muchos años la cultura de la violencia y la pelea intestina de caciques, partidos políticos y organizaciones sociales.
Pero vamos al tema que realmente nos interesa analizar en esta columna… a pesar del trabajo y el discurso de López Obrador, con el cual trata de darle esperanzas a millones de personas que votaron por él y quienes esperan un cambio, la realidad es que en Oaxaca no se ven avances; hace 3 años que la economía está estancada por un gobierno insensible y apático.
Sin temor a equivocarme puedo asegurar que no hay obra que pueda presumir el gobernador Alejandro Murat; tampoco hay mezcla de recursos con los municipios para atender los rezagos en infraestructura y hay fuertes rumores que apuntan a un desvío millonario del presupuesto que Oaxaca ha recibido en los últimos tres años.
Todos los sectores de la población han resentido el estancamiento económico, el dinero no fluye y nadie puede desmentir el incremento de la inseguridad, la falta de inversión privada y la escasez de fuentes de empleos.
Falta poco para el 3er Informe de Gobierno de Alejandro Murat y no hay mucho que informar, quien opine lo contrario seguramente no vive en Oaxaca o es parte de esa burbuja que rodea al mandatario estatal y que no son capaces de hacerle ver sus errores y sus pocos aciertos.
Lo único que salva a Murat en su tercer año de gobierno son las visitas constantes de Andrés Manuel López Obrador, que por cierto le han servido como apagafuego para que los oaxaqueños no se vuelquen a las calles a exigir y demandar resultados; porque además los compromisos que hace Murat en los eventos del propio presidente de México no se cumplen “por la falta de presupuesto”.
Queda la interrogante si la falta de obra y de recursos en Oaxaca es debido a que parte del presupuesto se jugó en las campañas electorales; para ser más precisos en el año de 2017 en el estado de México, donde ganó la contienda el priísta Alfredo del Mazo Maza y que en diversos actos políticos se le observó al gobernador de Oaxaca Alejandro Murat.
En aquella ocasión, se rumora que la cortina de humo para borrar la evidencia del desfalcó millonario al presupuesto público de Oaxaca, fue nada menos que los sismos ocurridos en el mes de septiembre de ese año y que causaron daños en miles de viviendas, comercios y escuelas de varios municipios del Istmo de Tehuantepec.
Lo que se rumora puede tomar sentido cuando es público el interés y cariño que le tiene Alejandro Murat al Estado de México, pues ahí nació, pero además allá inició su carrera en la administración pública ocupando los cargos de Gerente en el Instituto de la Función Pública Registral del Estado de México; director del Sistema de Radio y Televisión Mexiquense; tiene la patente para ejercer como notario público, fue director del Instituto de la Función Registral del Estado de México y diputado plurinominal en la LIX Legislatura (2004-2006) por el entonces Distrito Federal.
Como si el presupuesto de Oaxaca fuera parte de su economía familiar, también se comenta que Alejandro Murat desvió recursos para la campaña del candidato morenista a la gubernatura de Puebla Miguel Barbosa Huerta, donde fungiría como su interlocutor el senador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y amigo de todas sus confianzas Raúl Bolaños Cacho Cué.
Recordemos que en esa elección realizada apenas en julio de 2019, Miguel Barbosa Huerta contendió con esa extraña alianza entre los partidos Morena, PT y PVEM, dejando en claro que no importa los principios ni la ideología sino el fin y este es ganar el poder.
No olvidemos que el progenitor de Alejandro Murat, Don José Nelson Murat Casab es un político muy hábil y sabe dónde y en qué invertir su dinero, bueno eso de dinero más bien nos referimos al dinero público no al familiar.
Así que no se espante querido lector cuando vea que los recursos de Oaxaca apadrinen alguna campaña electoral pero ahora en el vecino estado de Chiapas, donde su otro hijo de Pepe Murat, Eduardo Murat ya anda codeándose con la crema y nata de la socialité; fiestas en las que también se cuela un conocido editor de un diario de Oaxaca y líder de Morena.
