*Sin embargo se protege a los ambulantes y vendedores de piratería que se adueñaron de las calles del Centro Histórico.
Por: Jesús Isaac OLMEDO.
Son personas de escasos recursos, consideradas artesanas de la gastronomía oaxaqueña, mujeres que elaboran tortillas y tlayudas, todos los días las podemos observar en los mercados 20 de Noviembre y Benito Juárez vendiendo sus productos.
Se ganan la vida con el sudor de la frente, viajan de los municipios conurbados a la capital para vender sus productos, pero ahora son perseguidas y hostigadas por los inspectores del Municipio de Oaxaca de Juárez.
El presidente municipal capitalino Oswaldo García Jarquín se muestra insensible ante las necesidades de estas mujeres trabajadoras; todos los días envía a sus inspectores a hostigar y corretear a las vendedoras de tortillas y tlayudas.
Estás mujeres trabajan desde muy temprana hora para poner a cocer su nixtamal, luego acuden al molino para hacer la masa y de ahí regresan a sus casas para elaborar las tortillas y tlayudas en sus fogones.
Las tortilleras como común mente les dicen, son parte de un eslabón de producción que también beneficia a los trabajadores del campo, a quienes compran el maíz para elaborar las suculentas tortillas y tlayudas.
Estás mujeres trabajadoras van al día, su único pecado es elaborar las tortillas y tlayudas que gustosos comemos los oaxaqueños y que también disfrutan los turistas. Salen todos los días de sus comunidades para ganarse unos cuantos pesos y contribuir en la economía familiar; pero ahora son perseguidas por las autoridades.
Todo parece indicar que el presidente municipal de Oaxaca de Juárez Oswaldo García Jarquín está equivocando sus políticas, pues persigue a quien trabaja de forma honrada y que son promotoras de la cultura y gastronomía oaxaqueña, mientras solapa y protege a los ambulantes y vendedores de piratería que se apropiaron de las calles del Centro Histórico, de la Alameda de León y del Zócalo.
